lunes, 25 de enero de 2021

GUILTY PLEASURES (2011-2020)


Mis dos listas de la década (esta de hace unas semanas y esta otra de más abajo) se completan y se mezclan. Como el agua y la tinta.

Mi idea del cine no sería la que es si no se configurara a partir de estos dos hemisferios interconectados como un cerebro hiperactivo.

El reverso tenebroso de la cara luminosa (y viceversa).

La impureza, la diversión, la vulgaridad agresiva, el espectáculo, el voyerismo, la fantasía, el exceso, la incorrección, el humor carnavalesco, la sensación, el desenfreno dionisíaco, el kitsch, el sexo, la burla, el populismo festivo, la estridencia cromática, la violencia, el fetichismo, la insolencia o la provocación moral.

El ojo que goza (Rauger) sin miramientos (culturales) ni contemplaciones (intelectuales o ideológicas).

Para enredar aún más las cosas, varias películas de esta lista podrían estar en la otra lista igualmente.

Contra lo que suele decirse, el cine sigue dando todo (gusto, disgusto y mal gusto) a todos.


*Mis 25 guilty pleasures de la década (por orden alfabético):

American Hustle (David O. Russell)

Animales nocturnos (Tom Ford)

Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve)

La cabaña en el bosque (Drew Goddard)

Deadpool (Tim Miller)

Detention (Joseph Kahn)

Dolor y dinero (Michael Bay)

La doncella (Park Chan-wook)

Escuadrón suicida (David Ayer)

Guardianes de la galaxia (James Gunn)

Iron Man 3 (Shane Black)

Jeune et jolie (François Ozon)

Joker (Todd Phillips)

Killer Joe (William Friedkin)

Lords of Salem (Rob Zombie)

Mad Max: Furia en la carretera (Georges Miller)

Mandy (Panos Cosmatos)

Misión imposible 5 (Christopher McQuarrie)

Passion (Brian de Palma)

Perdida (David Fincher)

Prometheus (Ridley Scott)

Rascacielos (Ben Wheatley)

Ready Player One (Steven Spielberg)

Sin City 2 (Robert Rodríguez & Frank Miller)

Sucker Punch (Zack Snyder)

 


*De todas ellas, para terminar, me atrevo a destacar la menos conocida o reconocida: Detention (Joseph Kahn, 2011; titulada en español, con saña cañí, Castigo sangriento). Extrema inventiva visual, sentido paródico de la existencia, agudo meta-comentario cultural. Joseph Kahn es autor, no por casualidad, de algunos de los mejores videoclips de la década. Imagino el gesto de fastidio de algunos puritanos del cine ante la provocación de esta frase. Sí, amigas y amigos, las artes de la publicidad y el videoclip, manejadas por un gran talento creativo, pueden elevar el nivel visual del cine a extremos inimaginables, como es el caso, y lo ponen en contacto con la gran matriz tecnológica de todas las imágenes (de alta tanto como de baja definición), ese inmenso agujero negro de la visión del que escapan a veces, paradójicamente, destellos de luz cegadora… 

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