Más allá del extraño homenaje a Bolaño
cifrado en el título de esta decimonovena novela de Lethem, la antepenúltima de
las suyas, habría que plantearse la pertinencia de su lectura actual, en el
ocaso del mandato Biden, en comparación con la furia o la rabia de su escritura
en plena era Trump. Lethem escribió este thriller de aventuras californianas en
el momento en que Trump acababa de tomar posesión de la presidencia de los
Estados Unidos y tiempo antes de que un hombre disfrazado de búfalo asaltara,
en compañía de otros salvajes, el Capitolio. Lo que ha pasado entre medias, o
lo que no acaba de pasar, es el bucle en que vive atrapado Estados Unidos, como
nación avanzada y como superpotencia, sin poder recular ni tampoco progresar en
una línea que lo libere de sus fantasmas originarios.
La historia de esta novela es más
fácil de resumir de lo que parece a simple vista y más complicada de
interpretar. Muchas de las ambiguas conclusiones que se pueden extraer de la
peripecia de su protagonista y narradora, Phoebe Siegler, no sé si serían
revalidadas hoy por su autor, o si, confirmándolas sin ironía, permitirían
entender mejor lo que está pasando en su país. La treintañera Phoebe es, cuando
arranca la narración, la encarnación de los valores prototípicos de la cultura y
el ideario del votante demócrata. Hija única de un matrimonio de psiquiatras, neoyorquina
de vocación, educada en la Universidad de Harvard y colaboradora de medios progresistas, lo tiene
todo para que la elección de Trump en noviembre de 2016 la hunda en la miseria
moral e intelectual y arruine sus convicciones.
La pregunta que Phoebe se plantea es demoledora
para su propio mundo de valores. Cómo la ciudad de Nueva York ha podido
producir un monstruo semejante, la “Bestia electa”, como lo llama la narradora,
permitiéndole acumular poder, influencia y prestigio desde la torre homónima (la
“torre de Sauron”, otra metáfora elocuente del mal extraída de la cultura de
masas contemporánea) hasta convertirse en el hombre más poderoso del país. A
renglón seguido, Phoebe se queda sin trabajo y se refugia en casa de Roslyn, una
colega mayor, con cuya hija, Arabella, constituye una amistad intergeneracional
que es otro aliciente novelesco. Y aquí es donde arranca de verdad la trama.
Cuando Arabella desaparece en las entrañas del desierto californiano y Phoebe
emprende un largo viaje al fin de la noche americana que será, al mismo tiempo,
un duelo por la derrota electoral y el gobierno maligno y un descubrimiento del
misterioso encanto de la vida salvaje. Y aquí Lethem se enfrenta a sí mismo en
el espejo de la literatura. Nacido en Brooklyn y trasplantado al sur de
California por razones profesionales, qué puede hacer un novelista de
sensibilidad neoyorquina enfrentado al fracaso político más duro de su vida más
que afrontar con cierta ironía las complejidades folclóricas y las peculiaridades regionales del
mundo americano.
En esta tomografía narrativa del alma torturada de la América de Trump, como la llama un agudo reseñista, Lethem designa como guía de Phoebe a un detective singular, Charles Heist, vestido de cuero rojo, protector de animales y niñas desaparecidas y antagonista, desde su carismático nacimiento, de los clanes salvajes que habitan fuera de las lindes de las urbes civilizadas. Como una mezcla de “Mad Max” y “Las colinas tienen ojos”, Lethem hace que Phoebe y Heist se sumerjan juntos en esos submundos marginales y contraculturales en busca de Arabella y establezcan un lazo entre ellos que traspasa los límites del sexo y el amor, siendo para ella también una historia de fascinación por el otro cultural y de deseo por el hombre en su expresión más viril y heroica. Como fabulador total, Lethem se sitúa aquí en una intersección estética de sus venerados John Ford y John Carpenter.
Al final, Phoebe comprende que la vida salvaje posee una grandeza intrínseca que Nueva York, con toda su cultura, su arte y su sofisticación, nunca tendrá. Y además produce, en ese absoluto estado de libertad, romántico si se quiere, una humanidad que no se dejaría liderar por un engendro posmoderno como Trump.
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