No, nadie se engañe, el texto de PVD no está corrupto ni su autor ha sido corrompido con tal de ser publicado en ese otro país de la tierra que ostenta la primacía ex aequo en sus sentimientos más íntimos, aunque a veces no lo parezca. He visto almas generosas, imbuidas de un candor digno de mejor causa, tomar por cierta la customización de PVD sobre la que bromeaba antes de mi partida a Buenos Aires. Era un saludo lejano a Borges, el gran impostor literario. A mi regreso de esa portentosa ciudad, con la edición argentina de La fiesta del asno como premio inmerecido, me veo obligado a aclarar que no hubo más customización de la novela que la dictada por la traslación del español al francés, de la lengua de Cervantes, Quevedo y Borges a la de Rabelais, Proust y Céline. Nada más y nada menos. Toda traducción es una reescritura (así lo entiende también François Monti, brillante re-escritor de todas las locuras bífidas de PVD). En este caso, la vibrante comunicación entre las dos lenguas y las dos culturas me atraviesa de arriba abajo. Son mis dos lenguas natales. Ahora me hallo en mi centro más excéntrico. Cualquier otra lengua que se sume, como esta aproximación parcial al inglés americano, no puede sino completar y embellecer la decoración o el mobiliario, pero en absoluto modificar la estructura de la exuberante mansión que he construido para uso y disfrute del inquilino y de sus muchos invitados y, sobre todo, invitadas.
En cuanto a corrupción, descuiden mis detractores, no me vendo por cosas así. Muy distinto sería, sin embargo, si pusieran en mis manos, el hacedor no lo quiera, las cifras que se embolsan los amos del negocio global, esas mismas que escandalizan en cuentas corrientes a las que nunca tendremos acceso fiscal, esas fortunas que recompensan los infames servicios de los que parecen empeñados en sumir a la mayoría de la población en la precariedad y la angustia. El diablo sabe elegir a los suyos…
No, nadie se engañe, de nuevo, sobre esto. PVD es “inrockuptible” como lo es, hasta el momento, su modesto autor.
Primera prueba, indudable, de “inrockuptibilidad”, enunciada por una bella mujer inteligente con la que he compartido, ay, la promiscuidad de una lectura: «Mil imágenes por segundo...Esta novela de campus trash y onírica del español Juan Francisco Ferré es un descubrimiento imprescindible…En resumen: seiscientas páginas puramente demenciales, para golpearse la cabeza contra un muro, para iniciar una danza vudú con la que liberarse de esos monstruos tan bellos que rara vez engendra la literatura.» (Emily Barnett, Les Inrocks, ver imágenes)
Segunda prueba: «una novela mágica del mismo calibre, la obra de un duro de pelar, delirantemente cínica y deslumbrante.» (EB, ibid.)
Tercera prueba: «Con sus 600 páginas imposibles de resumir, su estructura en rizoma, sus giros hacia el cine y el videojuego y su laberinto de libros dentro del libro, Providence de Juan Francisco Ferré es una novela-monstruo, postmoderna hasta lo diabólico…Una suerte de Ulises de la era digital.» (Bernard Quiriny, MK2)
Como se ve, la fiesta bilingüe no ha hecho más que empezar.
2 comentarios:
Tus libros son para mí un gran acontecimiento,mi querido amigo,y digo gran porque conozco muy bien la literatura.Tus referencias,tus gustos,tus textos en este blog,el colosal Mimesis y Simulacro te emparenta directamente con los grandes de nuestra época.No los voy a mencionar pero creo que ya me entiendes.No soy dado a la adulación gratuita pero creo que tu literatura marca un antes y un después.Es más,creo que tu literatura requiere por parte del lector,más que un esfuerzo,un cierto bagaje literario.
Por cierto ¿la imágen de ese hombre fumando eres tú? Incluso la foto marca la diferencia.
Un fuerte abrazo.
No sabes cómo te agradezco tus palabras. Viniendo de ti son aún más estimulantes. Sólo espero no desmerecer nunca este juicio sobre mi obra. Es interesante lo que señalas de la foto. No la elegí yo, desde luego, pero es lo bastante provocativa, debieron entender los de Les Inrocks, como para (re)presentar PVD ante un público saturado de (falsas) novedades de temporada...
Mil gracias por tu afectuosa complicidad.
Un fuerte abrazo,
JF
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