miércoles, 16 de mayo de 2018

MÁS DEMOCRACIA


[Noam Chomsky, Réquiem por el sueño americano, Sexto-Piso, trad.: Magdalena Palmer, 2017, págs. 160]


En principio, esto no fue un libro. En principio Chomsky concibió un texto que serviría de guión en un documental cinematográfico pensado para alertar sobre el mal que está destruyendo tanto la realidad americana como el mismo ideal que le dio origen y fundamento. Ese ideal, como han creído millones de inmigrantes a lo largo de la historia, estaba basado en la prosperidad económica y la increíble libertad de un país como Estados Unidos.
Y ese ideal, como analiza Chomsky, hace tiempo que naufraga con estrépito. La bancarrota del sueño americano estaba inscrita desde su nacimiento en el genoma nacional por un ideario mercantil y comercial que no solo ha consumido sus recursos sino que ha comenzado a devorarse a sí mismo y se encamina ya hacia su autodestrucción. Estados Unidos es un país donde los mismos poderes (la banca y las corporaciones) que hundieron la economía en nombre del neoliberalismo mantienen sus privilegios y aumentan sus beneficios, donde una mafia política de profesionales del derecho y las finanzas somete la maquinaria estatal a sus intereses, con la ayuda del ejército y la policía, o donde cualquier ciudadano, sobre todo si pertenece a alguna minoría racial, puede perder en cuestión de horas sus derechos civiles.
Tras la elección de Trump todo esto se agrava y un intelectual y activista de la talla de Chomsky ha necesitado realizar una suerte de examen de conciencia que le permita poner en limpio sus ideas de regeneración política y afrontar, con un instructivo soporte de documentos, los vicios sistémicos que aquejan a la sociedad americana actual. Chomsky aborda aquí, como aclara el subtítulo del libro, los “diez principios de la concentración de la riqueza y el poder”.

Esta idea nociva que aglutina sus reflexiones afecta tanto al funcionamiento de la democracia como al control de la economía, la solidaridad inexistente y la fiscalidad cargante, la perniciosa fabricación del consenso, el desempleo rampante, la degradación educativa y el desprestigio de lo público, la ecología del desastre, el hundimiento de la clase media y el dominio de una clase privilegiada, esa élite económica que controla al gobierno federal y le impone políticas y políticos. En su diagnóstico radical, Chomsky no olvida tampoco que en Estados Unidos es donde con más pureza se han comprobado los perjuicios reales de lo que Walter Benjamin denominaba la “religión del capitalismo”, un sistema basado en la perpetuación de la culpa individual.
Si hacemos una lectura optimista, como la que intenta Chomsky pese a todo, cabe creer que ampliando los mecanismos y virtudes del sistema democrático es posible volver al buen camino y reencontrarse con la riqueza indeleble del sueño americano. Con una visión más pesimista, sin embargo, se puede acabar pensando en cuánto tardará en aplicarse ese modelo de gestión a territorios como Europa donde son muchos los que han convertido al decadente imperio americano en el mito ideológico que alimenta sus fantasías conservadoras.
En tal contexto crítico, la lectura de este libro informado y lúcido resulta imprescindible para entender por qué los agentes que toman decisiones, aquí como allí, solo buscan preservar el sistema económico de la amenaza del colapso, destruyendo el sector público y favoreciendo a los bancos y corporaciones financieras causantes de la crisis más grave de la historia moderna.
De ese modo, las polémicas lecciones de Chomsky sobre la América regresiva de Trump trascienden los límites nacionales y nos enfrentan a los infundios de un sistema de organización de la realidad interesado en convencernos de que la única elección posible es entre el capitalismo neoliberal o la catástrofe planetaria.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Reseña muy clara de un libro que parece de muy necesaria lectura.