viernes, 29 de diciembre de 2023

EL MULTIVERSO DE LAS IMÁGENES (3): MI CINE ASIÁTICO (1960-2019)

El cine asiático no es el primero que conocemos, ni el que más nos acompaña a lo largo de la vida. Y, sin embargo, la cinematografía asiática (japonesa, china, coreana, sobre todo, pero también filipina, vietnamita, tailandesa, india, iraní, etc.) es tan importante en la historia y tan rica y variada, aunque de otra manera más minoritaria, como la americana o la europea. Por eso, pongo en limpio mis listas de películas asiáticas para uso y disfrute de quienes, como yo, saben reconocer la valía de un cine sin el que este arte tampoco sería nunca el mismo. La selección, arbitraria y subjetiva como todas, ha sido hecha con criterios muy diversos durante un largo proceso de reflexión: la perduración del aprecio, la importancia en su estreno, la huella de la primera visión, la reincidencia, la constancia, la trascendencia del tiempo, el gusto actual, la trayectoria posterior del director, revisiones recientes, etc. 

Reglas: máximo 20 o 21 películas por década (solo hay varios casos en que he hecho trampas con el número, por imposibilidad de descartar alguna de las seleccionadas) y una película por director en cada década (para ser justo con la abundancia y variedad de películas creativas). Comienzo la lista en los años sesenta (sacrificando a uno de mis directores favoritos de toda la historia del cine, Kenji Mizoguchi, al que rindo homenaje, sin embargo, en la ilustración principal del post con un fotograma espléndido de una de sus grandes películas, La vida de Oharu, basada a su vez en una gran novela de Ihara Saikaku) porque es la década en que nací y conocí el cine casi al mismo tiempo, como he contado en otra parte. Y concluyo en 2019, por razones obvias. El orden de las películas en la década correspondiente es cronológico, de ese modo es más fácil evaluar la evolución de la cosecha cinematográfica de cada decenio. Esto es solo la punta del iceberg, como suele decirse. El inmenso contingente y calidad de las películas excluidas dan una idea de su inabarcable grandeza…

 


1960-1969

La criada (Kim Ki-young)

Obaltan (Yu Hyun-mok)

Yojimbo (Akira Kurosawa)

La venganza de un actor (Kon Ichikawa)

Charulata (Satyajit Ray)

Manji (Yasuzō Masumura)

La mujer en la arena (Hiroshi Teshigahara)

Onibaba (Kaneto Shindō)

The Evil Stairs (Lee Man-hee)

Kwaidan (Masaki Kobayashi)

Daydream/Black Snow (Tetsuji Takechi)

Los pornógrafos (Shōhei Imamura)

Branded to Kill (Seijun Suzuki)

Black Lizard (Kinji Fukasaku)

Funeral Parade of Roses (Toshio Matsumoto)

Go, Go, Second Time Virgin/Violent Virgin (Kōji Wakamatsu)

Horrors of Malformed Men (Teruo Ishii)

Diario de un ladrón de Shinjuku (Nagisa Ōshima)

Doble suicidio (Masahiro Shinoda)

Eros + Masacre (Yoshishige Yoshida)

La bestia ciega (Yasuzō Masumura)



1970-1979

Purgatorio Heroico (Yoshishige Yoshida)

Blind Woman's Curse (Teruo Ishii)

Demons (Toshio Matsumoto)

Woman of Fire/Insect Woman (Kim Ki-young)

Ecstasy of the Angels (Kōji Wakamatsu)

A Touch of Zen (King Hu)

Showa Woman: Naked Rashomon (Chūsei Sone)

Lady Snowblood (Toshiya Fujita)

Kokoro (Kaneto Shindō)

Pastoral (Shūji Terayama)

School of the Holy Beast (Norifumi Suzuki)

Graveyard of Honor (Kinji Fukasaku)

Dersu Uzala (Akira Kurosawa)

Bajo los cerezos en flor (Masahiro Shinoda)

El abismo de los sentidos (Noboru Tanaka)

El imperio de los sentidos (Nagisa Ōshima)

Tattooed Flower Vase (Masaru Konuma)

Los Amantes Suicidas de Sonezaki (Yasuzō Masumura)

La mujer del pelo rojo (Tatsumi Kumashiro)

La venganza es mía (Shōhei Imamura)



1980-1989

La balada de Narayama (Shōhei Imamura)

Zu, los guerreros de la montaña mágica (Tsui Hark)

Feliz Navidad Mr. Lawrence (Nagisa Ōshima)

Laberinto de hierba/Adiós al arca (Shūji Terayama)

Ran (Akira Kurosawa)

Silip (Elwood Perez)

Tampopo (Jūzō Itami)

Himatsuri (Mitsuo Yanagimachi)

The Terrorizers (Edward Yang)

El ladrón de caballos (Tian Zhuangzhuang)

La promesa (Yoshishige Yoshida)

City on Fire (Ringo Lam)

¿Dónde está la casa de mi amigo? (Abbas Kiarostami)

Rouge (Stanley Kwan)

Dogra Magra (Toshio Matsumoto)

Sorgo rojo (Zhang Yimou)

Violent Cop (Takeshi Kitano)

Tetsuo (Shinya Tsukamoto)

The Killer (John Woo)

La ciudad de la tristeza (Hou Hsiao-hsien)





1990-1999

Center Stage (Stanley Kwan)

La linterna roja (Zhang Yimou)

Hard Boiled (John Woo)

Adiós a mi concubina (Chen Kaige)

Green Snake (Tsui Hark)

Sonatine (Takeshi Kitano)

Chunking Express/Fallen Angels (Wong Kar-wai)

Cyclo (Tran Anh Hung)

Mahjong (Edward Yang)

Cure (Kiyoshi Kurosawa)

Xiao Wu (Jia Zhang-ke)

El sabor de las cerezas (Abbas Kiarostami)

Tabú (Nagisa Ōshima)

The River (Tsai Ming-liang)

La anguila (Shōhei Imamura)

Made in Hong Kong (Fruit Chan)

Afterlife (Hirokazu Koreeda)

Flores de Shanghái (Hou Hsiao-hsien)

Gemini (Shinya Tsukamoto)

Running Out of Time/The Mission (Johnnie To)

Audition (Takashi Miike)



2000-2009

In the mood for love (Wong Kar-wai)

La virgen desnudada por sus pretendientes (Hong Sang-soo)

Yi Yi (Edward Yang)

La isla (Kim Ki-duk)

All About Lily Chou-Chou (Shunji Iwai)

Pistol Opera (Seijun Suzuki)

Millenium Mambo (Hou Hsiao-hsien)

Suicide Club (Sion Sono)

Agua tibia bajo un puente rojo (Shōhei Imamura)

Kairo (Kiyoshi Kurosawa)

Ichi the Killer (Takashi Miike)

A Snake of June (Shinya Tsukamoto)

Last Life in the Universe (Pen-ek Ratanaruang)

Tropical Malady (Apichatpong Weerasethakul)

The World (Jia Zhang-ke)

Dumplings (Fruit Chan)

El sabor de la sandía (Tsai Ming-liang)

Election 1 & 2 (Johnnie To)

The Host (Bong Joon-ho)

Secret Sunshine (Lee Chang-dong)

Serbis (Brillante Mendoza)

Still Walking (Hirokazu Koreeda)


 

2010-2019

Caterpillar (Kōji Wakamatsu)

The Yellow Sea (Na Hong-jin)

Outrage (Takeshi Kitano)

I Saw the Devil (Kim Ji-woon)

Tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas (Apichatpong Weerasethakul)

Pietá (Kim Ki-duk)

Guilty of Romance (Sion Sono)

Un toque de violencia (Jia Zhang-ke)

Happy Hour (Ryūsuke Hamaguchi)

The Assassin (Hou Hsiao-hsien)

La doncella (Park Chang-wook)

Creepy (Kiyoshi Kurosawa)

En la playa sola de noche (Hong Sang-soo)

Un asunto de familia (Hirokazu Koreeda)

Burning (Lee Chang-dong)

An Elephant Sitting Still (Hu Bo)

Largo viaje hacia la noche (Bi Gan)

Hasta siempre, hijo mío (Wang Xiaoshuai)

Parásitos (Bong Joon-ho)

El lago del ganso salvaje (Yinan Diao)



 

miércoles, 13 de diciembre de 2023

ENTRE EL TIEMPO Y TOMBUCTÚ: VONNEGUT PATAFÍSICO


  [Kurt Vonnegut, Las sirenas de Titán, Blackie Books, trad.: Miguel Temprano García, 2023, págs. 297] 

      Hay varias formas de leer esta novela y de comprender su sentido, o su mensaje, teniendo en cuenta que toda la trama gira en torno a la comunicación o no de un mensaje extraterrestre a todo el universo. Una de esas formas se refiere a su adscripción a un género literario como el de la ciencia ficción, o la ficción especulativa. Es así como debió ser leída en su publicación original en la escena americana, en 1959, procediendo de un autor inclasificable que no pertenecía al mundillo de la ciencia ficción. Y también en su primera traducción en español, en 1971, obra de la excelente traductora Aurora Bernárdez.

        En efecto, “Las sirenas de Titán” debe considerarse una novela de ciencia ficción, aunque sea como divertida parodia del género en su edad dorada, en la medida en que en su complejo desarrollo narrativo aparecen viajes espaciotemporales, cohetes y naves espaciales, extraterrestres, una guerra contra Marte, una estancia en Mercurio y un final idílico en la luna de Saturno llamada Titán. Y todo ello envuelto en el humor habitual, sarcástico e incisivo, de Vonnegut, el más grande seguidor de la inventiva cómica de Mark Twain y la patafísica irónica de Alfred Jarry (pienso, sobre todo, en “Gestas y opiniones del Doctor Faustroll”) en el siglo XX.

Esta segunda novela de Vonnegut, dividida en doce capítulos y un epílogo, también podría ser considerada una alegoría sobre la necesidad de la creencia religiosa como sucedáneo de la carencia de conocimiento sobre el sentido de la vida y el universo. Desde el principio, la voz del narrador omnisciente nos advierte que la intención de su relato consiste en explicarnos cómo la humanidad abandonó la búsqueda impaciente de certezas en el espacio exterior y descubrió el infinito en el espacio interior. Para ello, esa voz suavemente distante nos adentra en la peripecia “cosmicómica” (anterior al gran Italo Calvino) de un millonario americano, Winston Niles Rumfoord y su afán científico por desentrañar los misterios de la creación y huir así del espacio doméstico donde su virginal esposa, Beatrice, hermosa poeta y mujer inquietante, lo desafía a diario negándole el conocimiento carnal.

Durante su aventura galáctica, el cohete de Rumfoord cae por azar en un punto singular del cosmos (“un infundíbulo cronosinclástico”), un embudo donde convergen todas las líneas temporales del universo, revelándole la paradoja que da sentido a este: “que todo lo que ha sido lo será siempre y que todo lo que será lo ha sido siempre”. A partir de esta idea sublime, Rumfoord diseña un plan maquiavélico para que los terrícolas fraternicen y nazca una nueva religión de la humanidad: un credo planetario que supere a los existentes fundándose perversamente en la Sagrada Familia compuesta por la dantesca Beatriz, el magnate y aventurero Malachi Constant, su violador, y el hijo de ambos, Crono.

Como en “Matadero cinco”, el papel de “deus ex machina” corresponde a los tralfamadorianos: instigadores de la trama novelesca y responsables de la evolución humana hacia el pleno desarrollo tecnológico con un fin ridículo como el de fabricar la pieza que le falta a una nave averiada en Titán desde hace millones de años. Esta astronave y su piloto, el robot Salo, tenían la misión banal de llevar al otro extremo del universo un mensaje de saludo. Especular sobre que la humanidad habría sido guiada por extraterrestres hacia el conocimiento técnico era algo que Arthur C. Clarke ya planteó en su célebre novela “El fin de la infancia” (1953). Vonnegut añade a esta ficción científica una lección de absurdo y existencialismo para terminar imponiendo el amor al prójimo como único sentido real de la vida.

Nota bene: Vonnegut liquida con esta novela singular las raíces de la ciencia ficción americana de la edad dorada del género, ese cruce paradigmático de la época (años cuarenta y cincuenta) entre materialismo científico y discursos de espiritualidad religiosa (Campbell, Asimov, Simak, Heinlein, Clarke, etc.), y abre con aguda inteligencia las puertas de la nueva ola del género de los años sesenta y setenta (Delany, Herbert, Russ, Moorcock, Tiptree, etc.). “Las sirenas de Titán” será releída de manera fructífera por Philip K. Dick antes de escribir una de sus obras más excéntricas y trascendentales, “Los tres estigmas de Palmer Eldritch” (1964). Nada más absurdo, en este sentido, que la actitud dogmática de Fredric Jameson, habitualmente un lector y un intérprete inteligente, al celebrar a Dick, por error, como el “anti-Vonnegut”. Nada más lejos de la realidad…