viernes, 29 de enero de 2021

RESETEO


  [Publicado en medios de Vocento el martes 26 de enero]

 Trump se marcha y muchos piensan que con eso se acabaron los problemas. Trump ha sido desahuciado de la Casa Blanca y esta tiene un nuevo inquilino. ¿Y ahora qué? ¿Ha cambiado algo en el mundo? Hasta donde sé la pandemia intensifica su ataque brutal a la vida en todas partes. Tiene razón Bill Maher, el sarcástico showman de HBO, cuando dice que los asaltantes del Capitolio aciertan diagnosticando los problemas y solo se equivocan eligiendo a Trump como solución.

Así lo hizo Ashley Babbitt, líder radical abatida por el disparo de un agente. Sirvió a su país como militar durante catorce años y al licenciarse montó un negocio con su marido. Para mantenerlo a flote, según Maher, obtuvo un préstamo bancario a un interés abusivo. Esto ocurrió en California, estado demócrata. La indignación la condujo a morir defendiendo la falsa justicia del tramposo Trump. Otra vida sacrificada en nombre de la quimera americana y el sueño democrático que produce monstruos económicos. Clint Eastwood, imagino, no tardará en dirigir una película sobre ella.

En América, como les gusta llamarse, prosiguen haciendo historia y escribiéndola con mayúsculas. Reconozco que sentí envidia y cierto resentimiento el otro día viendo en directo la toma de posesión de Biden.  Qué quieren que les diga. Puestos a tener una imagen de marca nacional prefiero Lady Gaga a Isabel Pantoja. Prefiero una diva glamurosa vestida de Schiaparelli a una folclórica revestida con harapos de melodrama lorquiano y miserias de Mediaset.

Aquí seguimos enraizados en lo más nuestro, como dicen los cronistas cortesanos. El politiqueo bajuno y la incompetencia sistémica. La gestión de la covid se comenta sola. La padecemos a todas horas. Pero el chalaneo partidista sobre las elecciones catalanas y el capital electoral del ministro Illa rellenaría varias tesis doctorales de esas que a Sánchez le gusta escribir de vez en cuando para distraerse. Aunque a Sánchez, en esta coyuntura crítica, le tiran más los discursos fantasiosos pronunciados en tono grandilocuente y las falacias propagandísticas.

Algunos aguafiestas hablan del Gran Reseteo propuesto por el Foro Económico Mundial como del Apocalipsis. La desesperación alcanza tal nivel que ya hay quien reclama en redes sociales con ironía, vista la ineficiencia dominante, una invasión alienígena. La intervención milagrosa de los extraterrestres en la salvación del planeta. La verdad no tiene color político. Necesitamos con urgencia un reseteo mental. Como cultura y como país.  

lunes, 25 de enero de 2021

GUILTY PLEASURES (2011-2020)


Mis dos listas de la década (esta de hace unas semanas y esta otra de más abajo) se completan y se mezclan. Como el agua y la tinta.

Mi idea del cine no sería la que es si no se configurara a partir de estos dos hemisferios interconectados como un cerebro hiperactivo.

El reverso tenebroso de la cara luminosa (y viceversa).

La impureza, la diversión, la vulgaridad agresiva, el espectáculo, el voyerismo, la fantasía, el exceso, la incorrección, el humor carnavalesco, la sensación, el desenfreno dionisíaco, el kitsch, el sexo, la burla, el populismo festivo, la estridencia cromática, la violencia, el fetichismo, la insolencia o la provocación moral.

El ojo que goza (Rauger) sin miramientos (culturales) ni contemplaciones (intelectuales o ideológicas).

Para enredar aún más las cosas, varias películas de esta lista podrían estar en la otra lista igualmente.

Contra lo que suele decirse, el cine sigue dando todo (gusto, disgusto y mal gusto) a todos.


*Mis 25 guilty pleasures de la década (por orden alfabético):

American Hustle (David O. Russell)

Animales nocturnos (Tom Ford)

Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve)

La cabaña en el bosque (Drew Goddard)

Deadpool (Tim Miller)

Detention (Joseph Kahn)

Dolor y dinero (Michael Bay)

La doncella (Park Chan-wook)

Escuadrón suicida (David Ayer)

Guardianes de la galaxia (James Gunn)

Iron Man 3 (Shane Black)

Jeune et jolie (François Ozon)

Joker (Todd Phillips)

Killer Joe (William Friedkin)

Lords of Salem (Rob Zombie)

Mad Max: Furia en la carretera (Georges Miller)

Mandy (Panos Cosmatos)

Misión imposible 5 (Christopher McQuarrie)

Passion (Brian de Palma)

Perdida (David Fincher)

Prometheus (Ridley Scott)

Rascacielos (Ben Wheatley)

Ready Player One (Steven Spielberg)

Sin City 2 (Robert Rodríguez & Frank Miller)

Sucker Punch (Zack Snyder)

 


*De todas ellas, para terminar, me atrevo a destacar la menos conocida o reconocida: Detention (Joseph Kahn, 2011; titulada en español, con saña cañí, Castigo sangriento). Extrema inventiva visual, sentido paródico de la existencia, agudo meta-comentario cultural. Joseph Kahn es autor, no por casualidad, de algunos de los mejores videoclips de la década. Imagino el gesto de fastidio de algunos puritanos del cine ante la provocación de esta frase. Sí, amigas y amigos, las artes de la publicidad y el videoclip, manejadas por un gran talento creativo, pueden elevar el nivel visual del cine a extremos inimaginables, como es el caso, y lo ponen en contacto con la gran matriz tecnológica de todas las imágenes (de alta tanto como de baja definición), ese inmenso agujero negro de la visión del que escapan a veces, paradójicamente, destellos de luz cegadora… 

miércoles, 20 de enero de 2021

CONOCIMIENTO TOTAL


  [Hermann Broch, El valor desconocido, Sexto Piso, trad.: Isabel García Adánez, 2020, págs. 162]

Todos venimos de las fuerzas más bajas de la vida, de la noche del vientre materno, de la incognoscible agitación de la noche de los padres, lo que percibimos es noche y son tinieblas, pero todos perseguimos la claridad y el gozo (p. 31).

 Del seno materno de la noche brota todo conocimiento, de él nace toda la realidad del mundo, toda la claridad se forma previamente en lo oscuro (p. 42).

           

Tenía razón Hannah Arendt, amiga y admiradora de Hermann Broch (1886-1954), cuando decía que este se había hecho escritor a su pesar. La literatura representó para Broch la posibilidad de fundir en una sola matriz alquímica las tres grandes magnitudes de su inteligencia: el don filosófico, el científico y el poético-visionario. Su visión del mundo se asemeja a la de su admirado Goethe para quien, como Broch escribió, ninguna ciencia o especialidad cognitiva, en sus limitaciones evidentes, podía satisfacer el hambre de conocimiento absoluto y el ansia de saber que expresa una obra como “Fausto”. Este es el modelo literario con el que rivalizó Broch desde la exitosa trilogía “Los sonámbulos” (1928-1931) hasta su culminación en “La muerte de Virgilio” (1945) y “Los irresponsables” (1951), sin olvidar la novela póstuma “El tentador” (1958).

            Incluso en una novela de transición como “El valor desconocido” (1933) es visible la grandeza que caracteriza su literatura. En una carta a Willa Muir, su traductora al inglés, Broch expresó que solo la consideraba un ejercicio de preparación para futuras novelas. Uno de sus críticos más lúcidos, Egon Vietta, comprendió que suponía un avance significativo respecto de su obra anterior. Leída hoy, es no solo una de las grandes novelas de Broch, sino la que muestra con mayor claridad los fundamentos metódicos de su concepción de la vida y la literatura.

            Como explicó en una nota a su editor, Broch coloca en el foco de su mirada al hombre intelectual como representante de un mundo que ha perdido su unidad y se ha disgregado en micromundos inconexos que bloquean el conocimiento global de la realidad. La pretensión de totalidad de la ciencia se encarna en Richard Hieck, investigador matemático que desea hacer carrera profesional en la Universidad al tiempo que trata de desenredar los nudos vitales que atenazan su tortuosa psique. Su entorno familiar lo constituyen una madre viuda (Katherine) que no se resigna a su estado de soledad, una hermana opulenta (Susanne) con fuerte vocación religiosa y otra escuálida (Emilie) con simétrica pasión mundana, un hermano artista (Otto), bohemio y malogrado, y otro hermano (Rudolf) extraviado en Sudamérica. Todos ellos tocados, de un modo u otro, por el aura tenebrosa del padre muerto.

En el contexto académico, retratado con toque satírico, se mueven jóvenes estudiantes repletas de ambición, dotes y atractivo, como Hilde Wasmuth, Erna Magnus e Ilse Nydhalm, junto a maestros veteranos de lúcidas mentes que representan el fracaso definitivo (Weitprecht, director de la tesis de Hieck) o el pragmatismo irónico (Kapperbrunn). Como se ve, Broch sigue el modelo narrativo de la novela de formación, cuyo paradigma germánico más reputado es el “Wilhelm Meister” de Goethe. Los dilemas del protagonista y sus dudas lógicas y racionales sobre la posibilidad de que la ciencia pueda aprehender los secretos más oscuros de la vida dan juego a Broch para realizar la aguda radiografía anímica de un mundo positivista demasiado encerrado en sus limitados valores.

Broch practica en esta novela extraordinaria el arte de los tres niveles representativos (acontecimientos, psicología y gnoseología) que, según teorizaba, debían componer una novela total: una novela que pretende expresar el absoluto de la vida. Así, cuando se enfrenta al cadáver del hermano suicida, Hieck descubre que el amor es conocimiento y se le revela la verdad: “es la unión de la vida y la muerte lo que forma la totalidad del ser, y la totalidad del conocimiento descansa sobre la muerte” (p. 155). Este conocimiento total es la meta de la novela entendida al modo de Broch como una nueva ciencia. 

miércoles, 13 de enero de 2021

RUIDO Y FURIA


[Publicado ayer en medios de Vocento] 

Trump es un síntoma, no el mal en sí. Una secuela decadente, no la causa de la decadencia política y cultural. Su antagonista Biden también, por más que sus fans lo consideren un emblema de regeneración democrática. La nueva guerra de Secesión americana acaba de empezar. La fractura social es inmensa. Una brecha mayor que el Gran Cañón. El asalto al Capitolio es uno de los episodios más grotescos de este conflicto. En los grandes movimientos de la historia hay siempre diversas explicaciones, y conviene elegir la más vasta. Ahora me parece difícil.

Cuando me siento desorientado, recurro por instinto a Wikipedia, esa biblia borgiana que construye un mundo paralelo de información y ruido. Es un camino laberíntico a la sabiduría en este tiempo oscuro y convulso. Me entero ahí, por azar, de que la cantante Dua Lipa ha llamado “terroristas” a los okupas capitolinos y se dispara en mí, de inmediato, el ansia de conocimiento. Profundizo en su biografía reciente. En plena perplejidad, descubro el acceso a una crónica de lo sucedido en el mitin donde Trump alentó a la furiosa multitud a oponer la violencia al fraude electoral perpetrado por los demócratas. El delirio conspiranoico de los fanáticos me conduce a otro enlace incitante. Lo pincho con curiosidad morbosa y emerge un escaparate con una oferta abrumadora de teorías de la conspiración.

La mayoría de estas facciones de extrema derecha, resumo, se movilizan contra la implantación del nuevo orden global fomentado por élites económicas que, ironías de la historia, aspiran a imponer el comunismo ateo en suelo americano. Para la extrema izquierda, en cambio, la única conspiración real es la del capitalismo contra la democracia, para hacerse aún más fuerte, con una economía más neoliberal y una política más conservadora. Leo con estupor los prolijos argumentos de sus portavoces, enlace tras enlace, y me sumo poco a poco en la incertidumbre. La misma conspiración diabólica persigue fines distintos según la interprete un profesor universitario de cepa marxista o un pirado de la pradera revestido con pieles de bisonte.

Esta conspiración fantasma, concluyo, quizá solo exista en el cerebro de los asaltantes y los líderes irresponsables que los instigaron a hacer mucho ruido político con su furia impotente. Tanta información intoxica. Esto no lo dice Wikipedia, como es lógico. La democracia tiene demasiados enemigos. Algún día todos se pondrán de acuerdo en matarla como a Julio César. Cuidado con los idus de marzo. 

jueves, 7 de enero de 2021

UNA LUZ EN LA OSCURIDAD: CINE Y METACINE EN 2020


[Como todos los años desde sus inicios, por estas fechas el blog se transforma en foro de discusión cinéfila entre mis gustos, expuestos en primer lugar, y, justo después, los de un puñado de amigos cinéfagos, con opiniones a menudo divergentes: Manuel Arias Maldonado, José Ángel Barrueco, Noel Ceballos, María José Codes, David Leo García, Txema Martín, Vicente Molina Foix, François Monti, José Ramón Ortiz, Pepo Pérez (en riguroso orden alfabético). Esta vez las listas enumeran lo mejor del año peor (2020) y lo mejor de la década a juicio de los participantes. Les jeux sont faits…]


 JUAN FRANCISCO FERRÉ

Año de pesadilla en todo el mundo. Nada que añadir a lo ya dicho.

El nuevo libro del gran crítico David Thomson se llama A Light in the Dark. Habla de la trascendencia de la figura del director en el cine y lo hace en el momento en que su declive es manifiesto. Me apropio del título para resumir lo mejor del año pasado. Una luz en la oscuridad: eso fueron el cine y las series para mucha gente, durante el confinamiento y aun después. Lo seguirán siendo en 2021.

Muchas de las grandes películas vistas este año son cosecha del año anterior. No imagino qué será un cine con mascarillas. No sé de qué hablarán las películas si la pandemia no acaba pronto.

El cine quizá no tenga futuro (eso lo hará aún mejor como arte, sin duda). Sus diferencias visuales con las grandes series disminuye a pasos agigantados. No es un buen signo. El cine retrocede y la televisión avanza hasta aniquilarlo. Respuesta provisional: Twin Peaks: el regreso (ver más adelante).

*Mis 12 + 1 películas de 2020 (por orden alfabético):

La chaqueta de piel de ciervo (Quentin Dupieux)

Cities of Last Things (Wi Ding Ho)

DAU. Degeneration (Ilya Khrzhanovsky)

Dwelling in the Fuchun Mountains (Xiaogang Gu)

El faro (Robert Eggers)

Hasta siempre, hijo mío (Xiaoshuai Wang)

A Land Imagined (Siew Hua Yeo)

Mank (David Fincher)

Los miserables (Ladj Ly)

Possessor (Brandon Cronenberg)

El traidor (Marco Bellocchio)

Uncut Gems (Josh & Benny Safdie)

+ Liberté (Albert Serra)

*Notables descartes (sin orden de preferencia): Estoy pensando en dejarlo, Aves de presa, Los consejos de Alice, Tenet, Esperando a los bárbaros, Too late, El oficial y el espía, Una obra maestra, Greed, Notre Dame, Ford vs. Ferrari, La guerra de las corrientes, Terminal Sud, Te veo, The Gentlemen, Richard Jewell.

*Grandes recuperaciones de cine del pasado: las filmografías selectas de Edward Yang, Douglas Sirk, John M. Stahl, King Vidor, Mitchell Leisen, Joseph L. Mankiewicz, Richard Quine, Terence Fisher o Jack Arnold.

*Series del año (por orden alfabético): El colapso, Billions (5), Devs, Killing Eve (3), The Outsider, Ozark (1, 2 y 3), Raised by Wolves, Westworld (3), The Young Pope (2).

*Estética geopolítica de la década: los americanos se estancan entre el aburrido cine de superhéroes, el insufrible cine indie y las grandes teleseries de calidad. Los europeos no saben hacer el duelo del cine de autor y perseveran en un cine agónico (con las excepciones de rigor) que apenas emite signos de vida inteligente. Los ingleses, por su parte, duermen la siesta del Brexit. En Asia, los japoneses se mantienen a la espera del milagro, los coreanos vencen en el escenario global por su apego a los géneros populares y los chinos se imponen a fuerza de blockbusters pomposos y gran cine estético, de estilización moderna en consonancia con una sociedad que todavía está digiriendo a duras penas la modernización: un cine hipnótico que recicla el lenguaje creativo de las diversas new waves de los sesenta y setenta usando el poder de la tecnología digital contemporánea…

*Twin Peaks: el regreso es, al mismo tiempo, la gran película y la gran serie de la década. Ocupa un lugar aparte, por encima y por debajo del resto. Un espacio singular, síntesis del cine de su autor y de los poderes taumatúrgicos de la imagen en movimiento. Fusión alquímica de todas las imágenes (la imagen pictórica, fotográfica, cinematográfica y televisiva). Reinvención del cine a través de la televisión. Superación de la televisión a través del cine. Creación de un lenguaje híbrido que es nuevo e intemporal a la vez.

Gloriosa alegoría de la era digital. Twin Peaks: el regreso es el artefacto audiovisual supremo. La película que el cine nunca se atrevió a soñar en una pantalla de televisión.  La metamorfosis del cine a través de la televisión y de esta a través del cine. La serie que la televisión nunca se atrevió a soñar en una pantalla de cine. Encabeza mi lista tanto de películas como de series de la década.

*Mis 25 películas (y directores) de la década (por orden alfabético):

Un asunto de familia (Hirokazu Koreeda)

Burning (Lee Chang-dong)

Cemetery of Splendour (Apichatpong Weerasethakul)

Cosmópolis (David Cronenberg)

Érase una vez en Hollywood (Quentin Tarantino)

Fausto (Alexander Sokurov)

Les garçons sauvages (Bertrand Mandico)

La gran belleza (Paolo Sorrentino)

Guilty of Romance (Sion Sono)

Holy Motors (Leos Carax)

Hors Satan (Bruno Dumont)

El lago del ganso salvaje (Yi´nan Diao)

Largo viaje hacia la noche (Gan Bi)

Le livre d´image (Jean-Luc Godard)

El lobo de Wall Street (Martin Scorsese)

Loveless (Andrey Zvyagintsev)

Melancholia (Lars Von Trier)

The Neon Demon (Nicholas Winding Refn)

Parásitos (Bong Joon-Ho)

Puro vicio (Paul Thomas Anderson)

Spring Breakers (Harmony Korine)

Un toque de violencia (Jia Zhang-ke)

Under the Silver Lake (David Robert Mitchell)

Under the Skin (Jonathan Glazer)

La vida de Adèle (Abdellatif Kechiche)

*Mis series de la década (por orden alfabético): The Affair, Babylon Berlin, Black Mirror, Breaking Bad, The Fall, Fargo, Fleabag, The Girlfriend Experience, Hannibal, Homeland, Juego de tronos, Killing Eve, The Leftovers, Mad Men, Masters of Sex, Mindhunter, Mr. Robot, The OA, Ozark, Person of Interest, P´tit Quinquin, Les Revenants, Too Old to Die Young, True Detective, Watchmen, Westworld, The Young Pope.

MANUEL ARIAS MALDONADO

Cada vez resulta más difícil delimitar lo que sea un «año de cine» y lo que puede o debe incluirse en él, tan abundantes e impredecibles son los caminos a través de los cuales uno puede ver una película. Yo mismo incluí EMA y MARTIN EDEN en la lista del año pasado, por haberlas visto por anticipado en distintos festivales; en 2020, la cosa se ha complicado aún más a causa de la pandemia y de los estrenos en plataformas a los que uno no siempre tiene acceso. En consecuencia, aquí están las películas que pueden estar; otras podrían haber estado, si yo hubiera podido verlas. No veo el número suficiente de series de TV para incluir un listado adicional.

ATLANTIQUE: Original reformulación de la figura del zombie a cargo de la debutante franco-senegalesa Mati Diop, donde la maldición del subdesarrollo poscolonial se confunde con la corrupción local para frustrar el destino de dos jóvenes que sirven como metáfora de un continente entero; la más sugerente de una serie de películas de similar orientación que incluye Bacurau, My House o Zombie Child.

¿DÓNDE ESTÁS, BERNADETTE?: Imperfecta y en apariencia menor, Linklater manufactra sin embargo una inteligente sátira de los nuevos ricos del capitalismo digital que, con su ligereza e inclinación a la fábula moral, entretiene a la vez que deleita de la mano de una Cate Blanchett que explota su vis cómica de manera convicente.

DRAGGED ACROSS CONCRETE: Craig S. Zahler nos entrega otra fenomenal película de género que, alimentándose orgullosamente de la serie B, captura al espectador y no lo suelta hasta el final: Mel Gibson y Matthew Vaughan son dos policías castigados por la vida en una ciudad americana sin nombre, comparten una vigilancia desde el coche que da para una secuencia memorable mientras una tensa atmósfera de degradación moral y laberintos sin salida los envuelve sin pausa.

EL FARO: En un año que no ha sido precisamente de abundancia y a pesar de que la propuesta de Eggers adolece de una cierta inanidad, como suele pasar con tantas representaciones de la locura, su claustrofóbica incursión en una isla remota azotada por el viento termina quedando en la memoria como un ejercicio de estilo -incluido el uso del lenguaje de los marineros del XIX- de una fisicidad convincente; por lo demás, el conflicto entre los dos marineros atrapados en el viejo faro siempre puede interpretarse como una metáfora del matrimonio.

EL LAGO DEL GANSO SALVAJE: Electrizante noir de Diao Yinan que confirma la fuerza emergente de un cine chino cuyos nuevos autores han tenido ya acceso a la obra de los demás y logran asimilarla con brillantez, documentando a través de la ficción el salvaje proceso de modernización de su país y combinando estilísticamente el cine de Seijun Suzuki, el thriller norteamericano e incluso Melville y la Nouvelle Vague francesa.

FIRST COW: La brillante Kelley Richardt ha regresado con un western fascinante que incorpora al lenguaje del género una meditación sobre la intersección histórica del capitalismo, la inmigración decimonónica y el impacto medioambiental de la vida en la frontera, todo ello a través de la sencilla historia de dos modestos buscavidas a los que una pequeña vulneración del derecho de propiedad les condena justo después de haber conocido el éxito mercantil en un Oregón hermoso e inhóspito.

MONOS: Trepidante retrato de una guerrilla adolescente y de una mujer secuestrada en el altiplano y la jungla colombianas, que expone sin moralina las dificultades asociadas a una pertenencia política cuyo sentido apenas se vislumbra a estas alturas de la posguerra fría, Monos se beneficia de la música de Mica Levi y de un verismo espectacular: uno se pregunta cómo pudieron rodar lo que aparece en pantalla.

ON THE ROCKS: Sofia Coppola recupera a Bill Murray y firma menos un remake de Lost in Translation que una carismática screwball comedy neoyorquina sobre la resistencia a la madurez y las dificultades del matrimonio o la paternidad: la vida adulta como territorio minado por el prosaísmo. La película es ligera, no se toma a sí mismo demasiado en serio, Murray la ilumina sin dificultad y, finalmente, funciona.

RICHARD JEWELL: Clint Eastwood entregaba, al borde ya de los 90 años, esta película de apariencia modesta y notable profundidad moral: la historia del vigilante de seguridad falsamente acusado de poner la bomba que sacudió los Juegos Olímpicos de Atlanta pone en cuestión el patriotismo de un patriota y la tragedia de una buena persona, mostrando el abismo que se abre ante quien ha sido «educado para respetar la autoridad» y se encuentra con que esta no lo respeta a él. Excelentes interpretaciones de Paul Hauser y Sam Rockwell.

UNCUT GEMS: Confirmación del talento narrativo de los hermanos Safdie, que cuenta con un brillante Adam Sandler y nos sumerge en una historia sincopada que entronca con la larga tradición de avaricias castigadas, introduciéndonos de paso en el poco representado mundo interior de los joyeros neoyorquinos de origen judío bajo el ritmo imbatible de la música de Daniel Lopatin.

Mejores películas de la década (2011-2020):

Aquí van las que son a mis ojos las 20 películas más importantes o destacables de la década, dos por año; me he atrevido a jerarquizarlas de manera aproximada. Se han quedado fuera muchas que habría querido incluir, como las mejores muestras del cine italiano o rumano, pero así son las listas: un dolor gozoso.

1. Toni Erdmann (Maren Ade).

2. Mad Max Fury Road (George Miller).

3. The Master (Paul Thomas Anderson).

4. Tabú (Miguel Gomes).

5. Shame (Steve McQueen).

6. Melancholia (Lars Von Trier).

7. El irlandés (Martin Scorsese).

8. Nader y Simin, una separación (Asghar Farhadi).

9. Once Upon a Time in Hollywood (Quentin Tarantino).

10. Los Hermanos Sisters (Jaques Audiard).

11. El hijo de Saúl (Laszlo Nemes).

12. Holy Motors (Leos Carax).

13. La ceniza es el blanco más puro (Jia Zhang-Ke).

14. Gran Budapest Hotel (Wes Anderson).

15. El libro de imágenes (Godard).

16. Under the Skin (Jonathan Glazer).

17. Like Someone in Love (Abbas Kiarostami).

18. Eden (Mia Hansen-Love).

19. Phoenix (Christian Petzold).

20. Un sol interior (Claire Denis).

Fuera de categoría: Twin Peaks 3 (David Lynch).

Mejores peliculas españolas de la década:

1. La isla mínima (Alberto Rodríguez).

2. La reconquista (Jonás Trueba).

3. Historia de mi muerte (Albert Serra).

4. Verano de 1993 (Carla Simón).

5. Tarde para la ira (Raúl Arévalo).

 


JOSÉ ÁNGEL BARRUECO

2020, que cambió tanto nuestros hábitos y nuestras rutinas, a mí me trajo algo favorable relacionado con el tema que nos ocupa: mi hijo mayor (9 años) empezó por fin a interesarse en serio por el cine cuando nos metimos en la cuarentena y en ese encierro interminable. A partir de entonces lo que hice fue revisar muchas películas que ya había visto, esta vez en familia (sobre todo filmes de terror, de mafia, de detectives o policías y unas cuantas comedias, amén de muchos blockbusters de los 80). Entre marzo y diciembre, como muchos, sólo pude acudir a las salas en 4 ocasiones. Por todas estas razones, he visto menos estrenos de lo esperado. Y, aún así, la cosecha no ha estado mal:   

Películas:

1-Mank (David Fincher)

2-1917 (Sam Mendes)

3-Tenet (Christopher Nolan)

4-Richard Jewell (Clint Eastwood)

5-First Cow (Kelly Reichardt)

6-Ford v. Ferrari (James Mangold)

7-Never Rarely Sometimes Always (Eliza Hittman)

8-Uncut Gems (Safdie Bros)

9-Little Women (Greta Gerwig)

10-The Trial of the Chicago 7 (Aaron Sorkin)

11-The Gentlemen (Guy Ritchie)

12-Sound of Metal (Darius Marder)

13-Waves (Trey Edward Shults)

14-Dark Waters (Todd Haynes)

15-Where'd You Go, Bernadette (Richard Linklater)

16-The Way Back (Gavin O’Connor)

17-Bad Education (Cory Finley)

18-The Devil All the Time (Antonio Campos)

19-Boss Level (Joe Carnahan)

20-A Hidden Life (Terrence Malick)

Documentales:

1-John G. Avildsen: King of the Underdogs (Derek Wayne Johnson)

2-In Search of Darkness (David A. Weiner)

3-21 Years: Quentin Tarantino (Tara Wood)

4-Hopper / Welles (Orson Welles)

5-Dads (Bryce Dallas Howard)

Series:

1-I Know This Much Is True

2-Tiger King

3-The Loudest Voice

4-I Am Not Okay with This

5-Homemade

6-The Good Lord Bird

7-Eli Roth’s History of Horror 2ª temp.

10 Películas 2011-2020:

-Mad Max: Fury Road (George Miller)

-Once Upon a Time in Hollywood (Quentin Tarantino)

-El lobo de Wall Street (Martin Scorsese)

-Perdida (David Fincher)

-La vida de Adele (Abdellatif Kechiche)

-Mula (Clint Eastwood)

-La gran belleza (Paolo Sorrentino)

-Love (Gaspar Noé)

-Shame (Steve McQueen)

-Interstellar (Christopher Nolan)



NOEL CEBALLOS

-    Un cortometraje: El ruido solar, de Pablo Hernando.

-    Un blockbuster: Tenet, de Christopher Nolan.

-    Un divertimento fashionista-ocultista: Lux Æterna, de Gaspar Noe.

-    Un debut rotundo: She Dies Tomorrow, de Amy Seimetz.

-    Una interpretación femenina: Tilda Swinton en La voz humana.

-    Una interpretación masculina: Willem Dafoe en El faro.

-    Un documental: Dick Johnson Is Dead, de Kirsten Johnson.

-    Una sesión de cine: Vitalina Varela, de Pedro Costa, en la Cineteca del Matadero de Madrid.

-    Una joya recuperada durante el confinamiento: El rostro, de Ingmar Bergman.

-    Una edición en Blu-ray: Under the Skin, de Jonathan Glazer (Avalon).

-    Una rareza que necesita ser vista para ser creída: Murder Death Koreatown (anónima).

-    Una especial de comedia: A One Man Show, de Natalie Palamides (disponible en Netflix).

-    Una obra maestra: Estoy pensando en dejarlo, de Charlie Kaufman.


MARÍA JOSÉ CODES

Debo decir que aún no he visto algunas de las películas con mejores críticas del año, como Beginning, Nunca, casi nunca…, Martin Eden o El lago del ganso salvaje. Así que mi lista seguramente estará coja. Allá vamos:

1     1.         Estoy pensando en dejarlo. Charlie Kaufman.

Turbadora, inquietante, enigmática. Explicación controvertida de la crítica. Es difícil saber en qué plano se encuentran los personajes (pensamiento, sueño…) y las críticas dan una explicación que no comparto, respecto al punto de vista narrativo. En todo caso, da qué pensar. Interpretación espléndida.

2.         The souvenir. Joanna Hogg

La relación de una joven estudiante de cinematografía, hija única de familia acomodada, que conoce a un joven seductor que se aprovecha de su ingenuidad. La protagonista es un poco anodina y se mueve entre el ambiente de la escuela de cine (con su dosis de pedantería), la familia rica sobreprotectora y su experiencia amorosa con él, un personaje atormentado.  Narrada con objetividad y verosimilitud.

3.         El Faro. Robert Eggers.

Dos hombres (un viejo lobo de mar y su subordinado, un joven solitario, antiguo leñador) se ven obligados a convivir en un Faro, en una atmósfera completamente hostil. Rodada en blanco y negro en un formato casi cuadrado. Una auténtica pesadilla.

4.         Mank. David Fincher.

Supuesta «época dorada» de Hollywood cuando Mankiewicz, alcohólico enfermo, escribió Ciudadano Kane, a instancias de un ambicioso Orson Welles, inspirado en el magnate de la prensa William Randolph Hearst. La historia de cómo el guion es producto de un Mankiewicz inteligente y lúcido, que no tiene nada que perder.

5.         1917. Sam Mendes.

Realismo de las trincheras en la guerra. Una misión de un solo hombre sobre la que en todo momento se duda.

6.         Little Joe. Jessica Hausner.

Ciencia ficción minimalista de trama inquietante. Muy a destacar: el cromatismo y los encuadres, que añaden frialdad a la trama.

7.         Dragged across concrete S. Craig Zahler.

Un clásico de policías, hartos de que no se reconozca su trabajo y su precariedad. Lo mejor de la película es que se juega con el deseo del espectador.

8.        Richard Jewell. Clint Eastwood.

Pese a ser una historia «basada en hechos reales», es una película bien narrada y llevada al cine. La trama y los personajes (todos con personalidades muy marcadas) interesan.

9.         La isla de las mentiras. Paula Cons.

Historia de un naufragio frente a las costas de una isla gallega, en 1921. Ambientación opresiva y personajes que sobreviven a la explotación de su «dueño» ocultando la verdad.

10.       Tenet Christopher. Nolan.

Complot internacional y tráfico de armas en horquillas temporales. Interesante intento, aunque en mi opinión se queda en un guion un tanto superficial por el peso de la trama madre-hijo.

Otras películas interesantes: The vast of night (Andrew Patterson), Ema (Pablo Larraín) The dazzle (Sarah Suco) Border (Ali Abbasi)…

Series:

  • Top Boy. La vida de un barrio negro londinense. Interpretado por algunos de los mejores artistas británicos del Grime.
  • Endeavour. Un culto y solitario estudiante de Oxford metido a policía en los años 60. El personaje domina la serie, su carácter introvertido, sus sentimientos contenidos, su gusto exquisito fuera de lugar. La ambientación es excelente.
  • Podría destruirte. Reconstrucción mental de la protagonista, una joven escritora, tras una agresión de la que apenas recuerda fragmentos.
  • Delhi Crime. Reconstrucción de la investigación policial sobre la salvaje violación a una joven en un autobús. Dura, pero magnífica.
  • Devs. Ciencia ficción sobre la posibilidad de ver el futuro, con gran dosis de intriga.
  • Oficina de infiltrados. Espías franceses en Rusia, China y el mundo árabe. Interesantísima.
  • Todas las criaturas grandes y pequeñas. Años 40. Veterinarios en Yorkshire, para descansar de crímenes y policías, con el sello británico de calidad y la maravilla de los paisajes de Yorkshire de fondo.
  • The Durrells. Serie sobre el libro de Gerald Durrell. Británicos en Corfú, sobre la familia del escritor Laurence Durrell.

En cuanto a las películas de la década, me parece un ejercicio difícil, pero aquí dejo las que me han dejado más huella:

  1. Remainder (Omer Fast)
  2. El sacrificio de un ciervo herido (Yorgos Lanthimos)
  3. Melancholia (Lars Von Trier)
  4. Holy Motors (L. Carax)
  5. La gran belleza (Paolo Sorrentino)
  6. Roma (Alfonso Cuarón)
  7. Estoy pensando en dejarlo (Charlie Kaufman)
  8. Birdman (Alejandro González Iñárritu)
  9. It follows (David Robert Mitchell)
  10. Madre! (Darren Aranovsky)
  11. The square (Ruben Östlund)
  12. Dancer (Steven Cantor)
  13. Nocturnal Animals (T. Ford)
  14. Carol (Todd Haynes)
  15. Elle (P. Verhoeven)
  16. Maps to the Stars (David Cronenberg)

DAVID LEO GARCÍA

Películas de 2020

SHELL AND JOINT (I. Hirabayashi)

VITALINA VARELA (P. Costa)

EL RUIDO SOLAR (P. Hernando)

EL AÑO DEL DESCUBRIMIENTO (L. López Carrasco)

THIS IS NOT A BURIAL, IT'S A RESURRECTION (L. J. Mosese)

DWELLING IN THE FUCHUN MOUNTAINS (G. Xiaogang)

MARTIN EDEN (P. Marcello)

NE CROYEZ SURTOUT PAS QUE JE HURLE (F. Beauvais)

EL COLAPSO (J. Bernard, G. Desjardins, B. Ughetto)

LAST AND FIRST MEN (J. Jóhannsson)


Películas de 2011-2020

BURNING (L. Chang-Dong)

HOLY MOTORS (L. Carax)

NORTE. THE END OF STORY (L. Diaz)

SIN AMOR (A. Zvyanginstev)

THE GREEN FOG (G. Maddin)

THE ACT OF KILLING (J. Oppenheimer)

LANGOSTA (Y. Lanthimos)

LARGO VIAJE HACIA LA NOCHE (B. Gan)

EL ORNITÓLOGO (J. P. Rodrigues)

IN THE CROSSWIND (M. Helde)

LA GRAN BELLEZA (P. Sorrentino)

UNDER THE SKIN (J. Glazer)

GUILTY OF ROMANCE (S. Sono)

MELANCOLÍA (L. von Trier)

ÉRASE UNA VEZ EN ANATOLIA (N. Bilge Ceylan)

DRAGONFLY EYES (X. Bing)

DIE TOMORROW (N. Thamrongrattanarit)

LAZZARO FELICE (A. Rohrwacher)

SIERANEVADA (C. Puiu)

ELLE (P. Verhoeven)

 


TXEMA MARTÍN

 15 películas de 2020:

 ‘Estoy pensando en dejarlo’ (Dir. Charlie Kaufman)

 ‘Mank’ (Dir. David Fincher)

 ‘Solo nos queda bailar’ (Dir. Levan Akin)

 ‘Soul’ (Dir. Pete Docter, Kemp Powers)

 ‘1985’ (Dir. Yen Tan)

 ‘Nunca, casi nunca, a veces, siempre’ (Dir. Eliza Hittman)

 ‘La voz humana’ (Dir. Pedro Almodóvar)

 ‘Falling’ (Dir. Viggo Mortensen)

 ‘Ema’ (Dir. Pablo Larraín)

 ‘On the rocks’ (Dir. Sofia Coppola)

 ‘Verano del 85’ (Dir. François Ozon)

 ‘Diamantes en bruto’ (Dirs. Ben Safdie, Joshua Safdie)

 ‘El oficial y el espía’ (Dir. Roman Polanski)

 ‘She dies tomorrow’ (Dir. Amy Seimetz)

 ‘Under the skin ‘(Dir. Jonathan Glazer)

 Series:

 ‘El colapso’ (Filmin)

‘Industry’ (HBO)

‘The Act’ (Amazon)

‘Antidisturbios’ (Movistar +)


VICENTE MOLINA FOIX


  1. Mank, de David Fincher (vista en cines). Una película sobre el poder de la palabra, que refuerza la noción de que también la imagen fílmica tiene su elocuencia, su retórica y su prosa poética.
  2. Zumiriki, de Oskar Alegria. Tras su extraordinaria ‘quest’ Emak Bakia, el cineasta navarro se construye su propia cabaña en la orilla del río Arga y se busca a sí mismo.
  3. Martin Eden, de Pietro Marcello, o la vuelta de un verismo romántico, con melodías que refuerzan el substrato operístico de una larga y fructífera tendencia del cine italiano.
  4. Habitación 212, de Christophe Honoré, otra música más galante y caprichosa, en la que se ve al fondo a Jacques Demy, pasado por la escritura automática del surrealismo.
  5. The Human Voice, de Pedro Almodóvar. Una mujer, un perro y un decorado, para redefinir de modo fulgurante la historia comprimida de un abandono amoroso; tan Cocteau como el propio cine de Cocteau.
  6. Invisibles, de Gracia Querejeta. Monólogos y diálogos que componen una saga erótica en la que tanto hablan las bocas femeninas como el fuera de campo.
  7. Quisiera que alguien me esperara en algún lugar, de Arnaud Viar, o la fortaleza incomparable del cine francés a la hora de trascender una trama trivial en una parábola.
  8. Under the Skin, de Jonathan Glazer, el tardío film sorpresa del año; sobrevalorado, hipnótico, dégoûtant, sabroso y tan enigmático como, en ex-aequo, la película alemana ‘Estaba en casa…pero’ de Angela Schanelek.
  9. Si me borrara el viento lo que yo canto, de David Trueba (Movistar). Excelente documental con visos de docudrama cómico sobre el canta-autor Chicho Sánchez Ferlosio, un personaje legendario, al menos para la gente de mi edad.
  10. Verano del 85, de François Ozon. Tan prolífico como desigual, este relato es vintage Ozon, que sólo por ver a Valeria Bruni Tedeschi en acción valdría la pena.

 

FRANÇOIS MONTI

Paradoja 2020: nunca he pasado tantas noches en casa como este año y nunca he visto tan pocas películas. Hoy, día 4 de enero, constato que mi última visita a una sala de cine fue el 2 de marzo, para ver a The Gentlemen. La primera película del año que vimos confinados fue The Lighthouse (no me acuerdo si la elegimos por las circunstancias). Quizás habré visto una docena de pelis del 2020 o finales de 2019. No da para hacer una lista (pero sobresale The Wild Goose Lake). La pandemia no tiene toda la culpa: el nacimiento de mi hija, en pleno confinamiento, tampoco ha ayudado. Dicho esto, la criatura sí nos dejó ver películas antiguas, entre las cuales destacaré The Philadelphia Story, The Conversation, Jaws, Assault on Precinct 13, The Letter, La belle équipe, Cria Cuervos, Le locataire, Sorcerer, Night Moves, Picnic at Hanging Rock, Céline et Julie vont en bateau, Man of Marble, Dawn of the Dead, An American Werewolf in London y Foreign Correspondent. Viejos amigos y nuevos encuentros que te hacen olvidar la ausencia de novedad cinematográfica.

2011-2020 (cronológico):

L’apollonide (Bonello)

Melancholia (Von Trier)

Faust (Sokurov)

Holy Motors (Carax)

L’inconnu du lac (Guiraudie)

Mad Max: Fury Road (Miller)

Phantom Thread (Anderson)

Under the Silver Lake (Mitchell)

Shoplifters (Kore Eda)

Atlantique (Diop)

Once upon a time in… Hollywood (Tarantino)


JOSERRA ORTIZ

Debido a la pandemia por Covid-19, 2020 trajo lo que, aunque era inevitable, todavía parecía unos cuantos años distante: el final del mercado de consumo audiovisual tradicional. Según reportes, la industria de las salas de cine redujo en más de 80% sus ingresos y cadenas importantes como Regal Cinemas en los Estados Unidos cerraron todas sus salas para siempre. En México, donde Cinépolis opera prácticamente como un monopolio, la audiencia no llegó ni al 20% del año anterior. Si bien ya llevamos varios años echados a los servicios de streaming digital (legales e ilegales), las actuales condiciones de vida significaron un cambio de paradigma complejo para el consumo de cine, empezando por la conciencia de la inabarcable variedad de posibilidades, así como de la amplia oferta de canales para elegir. En mi caso, desde que se declaró la pandemia tan solo he asistido tres veces a una sala de cine, aunque definitivamente tripliqué la cantidad de películas y series vistas con respecto a años anteriores. Esta es una paradoja que, seguramente, comparto con muchos otros cinéfilos, aunque eso no quita la conciencia de que el cine se ve mejor en el cine, incluidas aquellas películas que se hicieron para la pantalla chica, desde la intención del gran formato. Pienso en todo esto mientras anoto la lista de mis películas favoritas del año pasado y que ahora comparto en estricto orden alfabético, sin considerar en esta ocasión otro tipo de productos, como teleseries, para no extenderme demasiado.

 

  1. Another Round (Thomas Vinterberg)
  2. Beastie Boys Story (Spike Jonze)
  3. Birds of Prey (Cathy Yan)
  4. Color Out of Space (Richard Stanley)
  5. Da 5 Bloods (Spike Lee)
  6. Dick Johnson Is Dead (Kristen Johnson)
  7. EMMA. (Autumn de Wilde)
  8. Host (Rob Savage)
  9. I’m Thinking of Ending Things (Charlie Kaufman)
  10. La Llorona (Jayro Bustamante)
  11. Mank (David Fincher)
  12. Mucho, mucho amor: La leyenda de Walter Mercado (C. Costantini & K. Tabsch)
  13. Never Rarely Sometimes Always (Eliza Hittman)
  14. Palm Springs (Max Barbakow)
  15. Porn (Keola Racela)
  16. Possessor (Brandon Cronenberg)
  17. Swallow (Carlo Mirabella-Davis)
  18. Tenet (Christopher Nolan)
  19. Time to Hunt (Yoon Sung-huyn)
  20. The King of Staten Island (Judd Apatow)
  21. The Other Lamb (Malgozata Szumowska)
  22. The Trial of the Chicago 7 (Aaron Sorkin)
  23. The Vast of Night (Andrew Patterson)
  24. We Are Little Zombies (Makoto Nagahisa)
  25. Wonder Woman 1984 (Patty Jenkins)


PEPO PÉREZ

Las películas de 2020 que ahora mismo recuerdo. Si las recuerdo, será por algo. Las pongo sin un orden particular.

Uncut Gems (Diamantes en bruto) (dir. Ben y Joshua Safdie)

Un prólogo asombroso, sin subrayados, deja paso a un viaje en noria descontrolada que rivaliza con los mejores tours de force de Scorsese. Cine que recupera con mirada contemporánea el espíritu del (post)New Hollywood de los 70. No se entiende por qué no le dieron el Oscar a Adam Sandler, alucinante en su papel de joyero judío, usurero, adicto, mentiroso y manipulador. Bueno, en realidad sí que se entiende.

Under the Skin (dir. Jonathan Glazer)

La vi en 2014 en cine, fuera de España, pero la volví a ver en su “estreno” en cines españoles en 2020, tras el desconfinamiento del verano. Alucinante banda sonora de Mica Levi y poderío de Scarlett Johansson para aceptar el reto de Pepsi, ambos al servicio de otra película “diferente” de Jonathan Glazer, un cineasta que parece que no quiere filmar cosas “ya hechas”. Eso que ganamos los espectadores. Under the Skin es un fascinante tratado audiovisual sobre la determinante materialidad del cuerpo, bajo una mirada extrañada a aquello que nos hace humanos.

Bacurau (dirs. Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles)

Qué película tan rara y divertida. Rara no por "experimental" sino por excéntrica y por su enigmática puesta en escena: el espectador se entera del significado de las cosas solo cuando los directores quieren, nunca antes. "Western" coral a la brasileña, a veces cómico y satírico, con una veta social que se presta a lecturas contemporáneas (si se quiere). Sonia Braga y Udo Kier, memorables. Gracias a esta película voy a recuperar las anteriores de Kleber Mendonça Filho, empezando por Doña Clara (Aquarius) (2016).

El traidor (dir. Marco Bellocchio)

Ambigüedades morales, detalles naturalistas memorables sobre la mafia italiana y una puesta en escena ídem para la escena del atentado contra Falcone.

You Don’t Nomi (dir. Jeffrey McHale)

Documental en torno a Showgirls (1995, Paul Verhoeven) que atrapa por su franqueza   y excentricidad (¿era necesario?). Alguna crítica lo clava al definir la película en su intervención. Como otras de Verhoeven, Showgirls es seria y satírica al mismo tiempo, hortera y “fina” a la vez. Claro que Verhoeven suele ir por delante. Por ejemplo, ya hizo El hombre invisible (El hombre sin sombra, 2000) veinte años que El hombre invisible de este año. No sé si me explico.

Zombi Child (dir. Bertrand Bonello)

Sorprendente recuperación del mito zombi previo al cine de George A. Romero, es decir, el de los ritos del vudú en Haití y el fantástico realista de Yo anduve con un zombie (1947, Jacques Tourneur). El comienzo es simplemente espectacular, y el giro al internado contemporáneo en París es simplemente fantástico (de “magnífico, excelente”). A partir de ahí se abren las lecturas. Neocolonialismo, racismo, lo “sobrenatural”, etc.

Dragged Across Concrete (dir. S. Craig Zahler)

Me encanta lo muy en serio que se toma el material de género S. Craig Zahler. El western en Bone Tomahawk (2015) y el subgénero carcelario en Brawl in Cell Block 99 (2017), pero siempre con ganas de aportar variaciones personales que sorprenden a sus espectadores. Al menos a quien suscribe. He visto todas sus películas con interés y fascinación, y esta seguramente es la mejor de las tres. Un thriller (policiaco/heist/noir) sórdido y seco hasta decir basta, que deja muy mal cuerpo, con Mel Gibson y Vince Vaughn tremendos. Es, por decir algo, como ver una de Don Siegel post-Tarantino. Las comparaciones son meras aproximaciones; en realidad Zahler tiene mucho que decir, no es ningún impersonator. Basta fijarse en la rareza de sus estructuras, en el patetismo de sus personajes, aplastados por un universo arbitrario, sin Dios ni piedad, o en detalles de construcción nada convencionales como el personaje de la empleada del banco (estupenda Jennifer Carpenter).

The Vast of Night (dir. Andrew Patterson)

Película modesta pero apreciable que crea “imágenes” a partir de lo oral. Thriller de ciencia ficción en la era del podcast con retrogusto nostálgico por la radio de los cincuenta.

El declive (dir. Patrice Laliberté)

Thriller de supervivencia que, aunque va decayendo tras un comienzo potente, tiene la virtud de no subrayar la moraleja alegórica, o los preppers como metáfora del egoísmo neoliberal. Se agradece la duración, 83 minutos.

Estoy pensando en dejarlo (dir. Charlie Kaufman)

Buen intento para llevar realmente la introspección literaria al cine sin por ello dejar de hacer cine. A veces a Kaufman se le cae el castillo de naipes, por grávido, pero la audacia merece un aplauso. También los cambios de tono y registro.

Las niñas (dir. Pilar Palomero)

Memoria en parte autobiográfica, con personaje interpuesto, sobre la preadolescencia en la Zaragoza de 1992. Se la ha definido como una película "sencilla y conmovedora", pero discrepo. Es conmovedora, ahí estoy de acuerdo, y nunca desde el sentimentalismo barato; al contrario, hay una intención permanente de capturar sensaciones y vivencias de unas niñas en un colegio de monjas de aquella España, pero no con el objetivo de "ajustar cuentas" con nadie sino con el mucho más ambicioso, artísticamente hablando, de ser fiel a la "verdad". En lo que discrepo es en que sea sencilla, porque una película así nunca lo es. Y la construcción de este guion (de la propia Pilar Palomero, con revisión discreta de Daniel Gascón) y la dirección de actores infantiles es cualquier cosa menos sencilla. Las actrices están perfectas; la protagonista, memorable (Celia: Andrea Fandos, sin la cual la película no sería posible). Muy bien dirigida también, Palomero maneja estupendamente las elipsis y sabe perfectamente lo que es una cámara y una fotografía: se puede rodar de manera "no funcional" sin por ello caer en el esteticismo. Hay otra cuestión clave, y es cómo Pilar Palomero logra enhebrar la memoria personal con la memoria colectiva y generacional. Sí, la memoria histórica española no tiene por qué abordar siempre la Guerra Civil o la posguerra sino, en este caso, la España del 92. Y esta revisión del pasado reciente, subjetiva y "selectiva" pero honesta (insisto, no hay intención "revanchista" hacia nadie: es cine adulto de verdad), nos permite una mirada distanciada y más "objetiva" hacia nuestro pasado colectivo. Lo que a su vez nos permite evaluar nuestro presente con otros ojos, etcétera.

No he visto aún Martin Eden ni Soul. A saber.

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No me gustaron demasiado a pesar de que lo intenté con ganas:

 El faro (dir. Robert Eggers) o “todo esto para qué”. Bien rodada y actuada pero, para mi gusto, un Huevo Kinder sin sorpresa dentro.

Mank (dir. David Fincher). Encomiable esfuerzo de realización que, siendo sincero, solo me dio ganas de volver a ver Citizen Kane (nota: Fincher me suele gustar, a veces mucho).

Tenet (dir. Christopher Nolan). Estupenda candidata a peor película de 2020. Un Bond pretencioso con ínfulas intelectuales vía ciencia ficción supuestamente hard, tan pesado como un tanque oxidado. Cine antiguo y anticuado aunque, eso sí, carísimo. ¿Cuánto le costó a Chris Marker hacer una maravilla como La jetée (1962)? Pues eso.