Acabó el año y con él la primera fase de la vida literaria de mi novela Providence en Francia y el orbe francófono. Se impone hacer balance, el resultado es difícil de mejorar (La fiesta del asno se prepara ya, de la mano del mismo traductor y del mismo editor, para salir en francés en la rentrée 2012, veremos si va tan bien la recepción). Dejo de lado los blogs y otros dominios web, me centro en revistas y periódicos, y empiezo por el final:
*Les Inrockuptibles ha considerado PVD una de las cinco grandes revelaciones narrativas del año: Este escritor español ha marcado la rentrée con una novela donde los géneros se entrecruzan en feliz algarabía. Ciencia ficción, sátira social, novela de campus, novela pornográfica, todo bajo el padrinazgo complaciente de J. G. Ballard, Philip K. Dick y H. P. Lovecraft…Revelación extranjera de la rentrée, Juan Francisco Ferré ha soltado una bomba postmoderna sobre el planeta libro. Un nombre a retener.
*En las votaciones y valoraciones de final de año PVD ha llegado a situarse en cuarto lugar en el top ten de la revista Chronicart: Gran novela excéntrica y cinematográfica, barroca, extraña, cautivadora, uno de los descubrimientos del año.
*El blog de crítica literaria más importante y avanzado en francés, el Fric-Frac Club, ha elegido a PVD el número uno entre los diez mejores libros de narrativa del año: una de las experiencias de lectura más extrañas y más excitantes del año…Providence, ese monstruo negro que encanta en la perplejidad.
Todo empezó con grandes expectativas, en agosto, cuando Les Inrockuptibles, una vez más, como conté aquí, seleccionó PVD entre las 18 novelas más interesantes de la rentrée 2011 (en sus páginas se decía que era un libro monstruoso y vertiginoso como solo (o casi) saben escribirlos los latinoamericanos) y prosiguió en septiembre con una entrevista a doble página que reproduje aquí.
Luego siguió, la página completa de Le Monde des Livres, compartida con otros escritores afines al afterpop como Eloy Fernández Porta y Robert Juan-Cantavella: La voluminosa novela de Ferré (donde se respira la influencia de Pynchon, de Foster Wallace, de DeLillo) tortura un género ignorado en Francia, la “novela de campus”… En ese juego, Providence es un éxito, cuya densidad y electricidad atrapan a poco que uno se deje… Variando los puntos de vista y los registros…Ferré logra un libro extraño todo hecho de laberintos y circunvoluciones… En su estructura carnavalesca, Providence actúa como un ácido que diluye las fronteras entre ficción y realidad.
Y la crítica de Gladys Marivat (“La voz Ferré”) en la revista de tendencias Technikart: Opaca, salvaje, incontrolable. Esto vale para esbozar la dimensión caleidoscópica del tocho monstruoso y francamente erógeno que constituye Providence, una de las obras maestras de la nueva generación de escritores denominada “afterpop”… Providence es la tentativa más lograda de expresar nuestra experiencia contemporánea.
Y la de Thomas Stélandre (“Ferré, efectos especiales”) en Le Magazine Littéraire: ¿Cómo hablar de Providence? Ni siquiera es seguro que la palabra “libro” convenga…No es extraño que el lector salga hecho polvo de esta experiencia de más de seiscientas páginas. Casi atontado por la virtuosa virtualidad y sus trampantojos. Al final, es en un largometraje en lo que se piensa de nuevo: eXistenZ de David Cronenberg.
Y la entrevista de Olivier Lamm (“Juan Francisco Ferré, creador de anamorfosis”), en portada en Chronicart, va precedida de una breve nota crítica: Verdadera deflagración en el paisaje literario español…Providence de Juan Francisco Ferré es uno de los objetos novelescos más audaces surgidos en estos últimos años en la vieja Europa… La primera impresión que suscita la lectura de Providence es la estupefacción. Pasada la falsa pista lovecraftiana puesta en exergo, el lector-detective es proyectado en un milhojas borgesiano-cronenbergiano-pynchoniano, familiar por sus pistas…pero singular por su tratamiento extremo y típicamente europeo.
Y, casi al final, la crítica de uno de los grandes hispanistas franceses, Albert Bensoussan (“El vídeo es una novela”), en La Quinzaine Littéraire: Esta novela enorme del escritor español Juan Francisco Ferré, de título elocuente, se sitúa bajo la invocación de Lovecraft…Juan Francisco Ferré es un maravilloso narrador, lleno de humor y de un raro vigor. Redescubriendo a su manera la cultura camp, es toda la América puritana, racista y fantasmática, todo el sueño americano de Hollywood y Walt Disney, el que es puesto en la picota…un libro asombroso.
Lo que algunos, aquí y allá, aún siguen sin entender, a pesar de todo, es que PVD sea la obra de un escritor que siente muy fuertemente la “llamada de Cthulhu”, por supuesto, y, con la misma intensidad, la “llamada de Catulo”. Con esto, para bien y para mal, está dicho tod0.
9 comentarios:
Leyendo la entrad me han surgido dos preguntas:
¿Has tenido en Francia con Providence mejor acogida que en España?¿ Te han prestado los medios franceses, prensa y revistas, mayor atención que la recibida por parte de los medios españoles tradicionales?
Un saludo
No, no creo que sea así, aquí la recepción fue bastante buena. Quizá allí haya medios, como Les Inrocks, sobre todo, pero también Technikart y Chronicart, que aquí no tienen equivalentes. No sé...
Enhorabuena merecida, aunque aún no he leído Providence. He gozado (y sudado) con La fiesta del asno, y ahora estoy aprendiendo con tus reflexiones sobre el realismo (o los realismos) en Mímesis y simulacro. Coincido en que la recepción de Providence fue buena, espero atreverme pronto con ella. Antes de que apareciera, apenas tenía noticia tuya por alguna referencia de J. Goytisolo o de Vicente Luis Mora; desde entonces visito a veces este blog, que es, entre muchas otras cosas, una guía de lecturas y sugerencias culturales que me enriquecen aunque no siempre coincida con ellas. Un saludo.
Juan Francisco, ¡no sabes cuánto me alegro, amigo! No, si ya decía yo hace tiempo que prometía este chico...;-)
Muchas gracias, Daniel, por tus palabras y tus esfuerzos con mis libros, fundados en el goce de la lectura. Providence es Harry Potter en comparación con el asno, así que no le tengas miedo. Mímesis es el epílogo a Providence, ahí está resumido todo lo que quise hacer en esa novela. Ven por aquí a menudo y llévame la contraria, por favor...
Un abrazo,
JF
Querido Paco, muchas gracias por el comentario. Un placer compartir con usted, precisamente, estas cosas, nos conocemos hace tanto, me lleva usted leyendo desde hace siglos...En fin, espero que me siga usted leyendo "antes de que el tiempo muera en nuestros brazos" (¿se acuerda?)...
Un abrazo,
JF
Bueno, quizás molesto, pero quisiera saber qué piensas del ensayo de Zizek sobre The Matrix (y por extensión, sobre Debord), cuando dice que la creencia en un mundo "real" por debajo del espectacular es ideología pura, mentira de alguna manera.
Mi lectura fue hipersubjetiva, me cayó muy bien Alex Franco y me impactó el "Ahora, todos abajo". Por eso la pregunta.
Cómo me vas a molestar, bueno, quizá tu anonimato un poco, pero en fin, cosas de la red...
Sí, la lectura de Zizek la comparto plenamente y es la mejor interpretación de Matrix que se ha hecho, baudrillardiana sin saberlo o pretenderlo. De todos modos, pienso que los Wachowski no sabían con exactitud lo que hacían con la trilogía, y una gran parte de su público tampoco, por lo que lo maravilloso es que la lectura crítica de Zizek, con todo, podría ser compatible con las imágenes y la historia de Matrix, simulación de simulaciones...
Me alegra que seas lector providencial, sabes de lo que hablas, no voy a destripar aquí la intención de esa frase final, pero la has entendido a la perfección, por lo que deduzco de tus palabras. La hipersubjetividad, me gusta el concepto...
Se me olvidaba Debord, no veo el parentesco con Zizek más que superficial. En el fondo, sí que Matrix y la sociedad del espectáculo integrado comparten rasgos. Debord tenía resabios platónicos, quizá como residuo marxista, de un marxismo lukacsiano, quiero decir, y por eso su teoría de la imagen sucedánea y la mercancía, etc. Zizek va por otro lado, tal como lo entiendo, como Baudrillard...
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