Freud, el Anticristo
Las versiones sobre Freud difieren tanto entre sí que a veces uno no puede sino creer que los que opinan sobre él hayan caído en alguna trampa retórica tendida por el astuto maestro. En ciertos círculos se le tiene por un reaccionario conservador y misógino, defensor a ultranza de la racionalidad burguesa y la familia nuclear, mientras en otros se le toma por un revolucionario sexual, un pionero provocativo, un transgresor moral que abrió una brecha de luz irrestañable en la noche oscura de la mente humana.
Entre los valedores de la “teoría marica” se considera a Freud un homófobo irredimible, mientras el entendido Leo Bersani, profesor en Berkeley y partidario del modelo de vida promiscua frente a la estricta monogamia, lo habilita como el primer teórico serio de esta causa contemporánea, con sede en numerosas universidades británicas y norteamericanas, por haber sostenido en su tiempo «una noción esencialmente construccionista de la homosexualidad». Así mismo, los cinco sexos fisiológicamente constatados por la Dra. Anne Fausto-Sterling, el neodarwinismo de Richard Dawkins y sus colegas evolucionistas, la transexualidad y la intersexualidad rampantes, la neurociencia de Antonio Damasio y el cognitivismo de Daniel Dennett, o los tratamientos a base de testosterona y estrógenos, exigirían en la actualidad una revisión radical de las tesis más ortodoxas sobre la sexualidad humana y el funcionamiento del cerebro sostenidas aún por psiquiatras y psicoanalistas de la vieja guardia.
Por otra parte, sus aseveraciones sobre la sexualidad infantil convierten a Freud en un pensador difícil en una época neovictoriana como la nuestra de sacralización de la infancia conforme a los hábitos sublimados del consumo publicitario y la mercadotecnia. Para Freud la vida sexual comienza con el nacimiento y, con un poco de suerte, concluye con la muerte, así que el niño, a su manera, se muestra tan sexualizado como el adulto aunque éste se pase la vida negándolo. Con la muerte, en cualquier caso, el sujeto se ve obligado a dialogar siempre, según estableció como principio de su teoría psíquica, pues sus pulsiones puramente destructivas amenazarían todo el tiempo las construcciones libidinales del deseo.
Frente a otras posiciones ideológicas más regresivas, el pensamiento de Freud insistiría todavía en alcanzar, aunque sus objetivos no gusten a la mayoría, el máximo grado de lucidez respecto de la vida humana y su enmarañada red de símbolos, atavismos y creencias. No por casualidad, algunas de sus obras tardías denuncian la represión inscrita en el seno de la cultura y la civilización desde los orígenes (El malestar en la cultura), atacan el fenómeno religioso como residuo psíquico primitivo (El porvenir de una ilusión), o postulan la superioridad paradójica del judaísmo sobre las demás religiones reveladas (Moisés y el monoteísmo, su último libro, publicado el mismo año en que Hitler se anexionaba Austria y Freud se exiliaba a Londres).
A pesar de las apariencias, la tentación luciferina de Freud no sería, por tanto, de orden sexual sino intelectual. Sentirse, cual Moisés, un Profeta o Mesías libidinal: el legislador y líder de la horda humana a través del desierto de la inconsciencia hacia la promesa utópica del auto-conocimiento. Sea como sea, nuestra especie necesitaría un cambio urgente de ídolos y cultos, una “transvaloración” o inversión de todos los valores convencionales, empezando por nuestras anticuadas concepciones de la sexualidad. Mientras esto no se produzca, para bien y para mal, para la ciencia del bien y del mal que rige a este lado del paraíso, seguiremos necesitando a Freud durante mucho tiempo aún.
1 comentario:
como ya sabes la teoria de freud esta obsoleta, esto gracias a los avances medicos que demuestran que lo que el plantea esta mal, sobretodo en su teoria psicosexual o psicoanalista, ya que los niños no sienten placer al meterse cosas en la boca, ni tampoco al defecar, solo satisfacen una necesidad. y eso de que los niños reprimen su sexualidad como por arte de magia y segun se distraen por la escuela, es una estupides, ya que sabemos que el placer sexual se crea hasta que se empiezan a liberar hormonas en la pubertad, no antes, es imposible, este tipo estaba mal, en esta etapa se equivoco tremendamente, incluso debes de saber que nunca fue reconocida su teoria, que sus seguidores se daban cuenta de lo mal que andaba, como joung y mejor se retiraban, aparte el no hablaba con personas que quisieran discutir su teoria, el mismo se reprimia y nunca acepto su derrota, incluso en la unica entrevista que existe, el mismo da un ejemplo tremendisimo de negaciòn, el dio un gran paso, intentando explicar al ser humano, pero no lo logro, ya que muchas de sus teorias se basan en experiencias que el mismo vivio y por lo tanto no son universales, pero al publicar sus teorias, el empeso a levantar esa curiosidad y otras persoas como erickson o piaget dieron mejores explicaciones. mas razonables :)
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