MIS 21 “GUILTY PLEASURES” DE LA DÉCADA (2001-2010)
Ton style c´est ton cul, c´est ton cul, c´est ton cul.
-Léo Ferré-
Auto Focus (P. Schrader)
Amanecer de los muertos (Z. Snyder)
Bug (W. Friedkin)
El caballero oscuro (C. Nolan)
Choses Secrètes (J. C. Brisseau)
Cloverfield (M. Reeves)
La dalia negra (B. De Palma)
Domino (T. Scott)
Dumplings (F. Chan)
Fantasmas de Marte (J. Carpenter)
Gamer (Neveldine/Taylor)
La isla (M. Bay)
Jennifer´s Body (K. Kusama)
Miami Vice (M. Mann)
Piraña 3D (A. Aja)
Resacón en las Vegas (T. Phillips)
Rollerball (J. McTiernan)
A Snake of June (S. Tsukamoto)
Sweeney Todd (T. Burton)
La última casa a la izquierda (D. Iliadis)
La venganza del Sith (G. Lucas)
PD1: En mi lista A de la década debía haber incluido, y se me pasó, Auto Focus, de Paul Schrader, uno de los directores más subestimados del Nuevo Hollywood, la incluyo ahora en primera línea de esta lista alternativa (saltándome el orden alfabético que la rige) como provocación junto con otras que así mismo podrían haber estado allí pero ocupan aquí un puesto meritorio. Es una gran película y también un jubiloso “placer culpable” por algo que entenderán sin esfuerzo todos los que la hayan visto y la recuerden. Como lo es también A Snake of June, de Shinya Tsukamoto, una fantasía erótica masculina bastante extrema sobre la mujer como sujeto deseante (y no sólo como objeto de deseo) digna de la literatura de Tanizaki, Bataille o Klossowski (por eso elijo la imagen de la bellísima Asuka Kurosawa en pleno orgasmo pluvial para ilustrar esta dudosa categoría del (mal) gusto). No en vano, el miedo al placer del otro es uno de los motivos recurrentes de la vida contemporánea…
PD2: Elogio del francés, sí. Culpable, sin duda. En estos tiempos puritanos, o de puritanismo rampante, solapado, insidioso, es inevitable sentirse culpable por todo, o fantasear con la impunidad imposible, con la libertad inimaginable ya como horizonte colectivo. El francés, el cine francés, el estilo francés (“c´est ton cul, c´est ton cul, c´est ton culte”, como este Ferré se atreve a corregir al gran Ferré cantante) es la norma creativa europea. Lo siento, pero no hay comparación. Quizá por eso, como dicen en voz baja algunos malintencionados, parecería existir una conspiración de productores, distribuidores, gestores y exhibidores para dejarlo fuera de juego. Para imponer una imagen de marca francesa que no compita en el mercado local con (ni haga mella en) la imagen de marca española (con lo que cuesta ya venderla). Una versión importable que no hace daño, que tipifica y empobrece la imagen interna del producto extranjero. Excluyendo por sistema lo más creativo de su producción. No me pronuncio, sólo constato. Fracaso de la política cultural europea, encierro nacional de las mónadas territoriales que componen el mapa adocenado de la UE. El estilo del mejor cine francés, en efecto, pervirtiendo de nuevo a Ferré: “ton cul c´est ton coeur”. Y es ése, en gran parte, su atractivo, su encanto y seducción, al menos para mí. Magníficas películas que nunca se verán en salas españolas, infinitamente mejores que muchas de las que se estrenan sin problemas. Una pequeña muestra: Tiresia, Sombre, Trouble Every Day, Twentynine Palms, De la guerre, À ma soeur!, Le pornographe, Lady Chatterley, Choses secrètes, Enter the Void, Reyes y reinas, Tournée, Les anges exterminateurs, Les derniers jours du monde... Esta última, un prodigio narrativo absorbente, la acabo de ver, con asombro, y no sé si se estrenará alguna vez y eso que se presenta como coproducción franco-española e incluye al gran Sergi López en su espléndido reparto. [Me indican los más enchufados a la maquinaria de los estrenos que se acaba de estrenar, lo desconocía. De todos modos, su estreno debe de ser tan clandestino que apenas si refuta mi opinión.]
PD3: Entre tanto, me espera Bad Biology, lo último del rey del gore barato de los ochenta y noventa, Frank Henenlotter. La historia de una psicópata asesina con múltiples clítoris que encuentra, tras no pocas desventuras sexuales, su explosiva media naranja en otro asesino psicópata de pene teratológico. Era inevitable. Dos décadas de corrección política a ultranza sólo podían acabar produciendo este retorno brutal de lo reprimido. Los que están al mando y toman decisiones no conocen la verdadera naturaleza humana, o la niegan, que es peor. Están jugando con fuego…
PD4: Dígalo si no Louis-Ferdinand Céline, que es en realidad quien me procura el título del post, ahora vituperado de nuevo en Francia por la ideología higiénica que infecta como un virus por igual los idearios de la derecha de Sarkozy y la izquierda de Ségolène Royal. Y yo me alegro de lo que está pasando: jamás un escritor como Céline debe ser recuperado por el estado, por la cultura, por las instituciones, por los políticos, por el poder. Su grandeza es simétrica a su infamia, a su vileza, a su abyección (pace Kristeva), a su genialidad maléfica, a su escandalosa intransigencia, a su corrosiva (falta de) moral, a su odio (totalitario) y su infinito desprecio al (mezquino) género humano. Todos los que lo admiramos, si este verbo cabe aplicarlo al caso sin incurrir en descrédito inmediato, lo queremos salvaje, inasimilable, indócil, intratable, asocial, patológico (elija cada cual, según sus gustos, el adjetivo más adecuado). Leer a Céline ha de ser una experiencia revulsiva, incluso repulsiva, emética, visceral, desagradable, perturbadora, radical. El día en que le erijan en la plaza pública un monumento socialdemócrata, nacional-católico o neoliberal, importan cada vez menos las diferencias, ese día su fuerza negativa comenzará a desinflarse, a perder el poder de trastornar con su terrible franqueza nuestras pequeñas categorías, nuestros ridículos consuelos, nuestro miedo atávico a la amarga verdad de nuestra (sobrevalorada) condición. Nuestra expansiva y contagiosa cursilería, en suma, nuestro idealismo degradado, pequeño-burgués, demagógico. Con Sade no se atreven, desde luego. A este energúmeno no hay forma de domarlo ni, por supuesto, de acomodarlo al no-pensamiento dominante…
CODA (con re-coña): Prosiguen las denuncias de los imbéciles contra este blog, y la vigilancia ceñuda de Blogger, mientras su influencia crece en la red y se expande el número de sus lectores y seguidores. Así da gusto enfrentarse a la canalla…