miércoles, 31 de enero de 2024

DE SIBERIA A CIBERIA


[Douglas Rushkoff, La supervivencia de los más ricos. Fantasías escapistas de los multimillonarios tecnológicos, Capitán Swing, trad.: Francisco J. Ramos Mena, 2023, págs. 222] 

          Uno, mientras lee este instructivo libro, se imagina a su autor reunido a lo largo de las últimas tres décadas con los ricos más ricos del planeta en búnkeres sofisticados para informarles sobre la deriva digital del mundo. Uno ve a Rushkoff, durante esos mítines asimétricos, compartiendo con estos magnates y directivos, empresarios corporativos y ejecutivos agresivos, la grandeza, ventajas y beneficios de la revolución digital, cuando aún creía en ella a pie juntillas, para luego pasar, sin cambiar de lugar, a mostrarles signos de desengaño y frustración y transmitirles discursos cada vez más críticos hacia el significado de los avances de las nuevas tecnologías y los nuevos mercados, arriesgándose a ser tomado por un “enemigo del mercado o un cascarrabias antitecnológico”, y siendo recibido por ellos, a pesar de todo, con creciente escepticismo y rechazo.

La paradoja de Rushkoff, como pensador del mundo digital, radica en esto, precisamente. La misma inteligencia que hizo todos los esfuerzos necesarios para convencer a la élite política, tecnológica y financiera, de la infinita potencialidad del nuevo mundo digital, es la que vuelve a ser invitada, muchos años después, por estos múltiples agentes de la Mentalidad, como Ruskoff la denomina con desprecio, para convencerlos del laberinto sin salida al que conduce la racionalidad digital y proponerles alternativas sostenibles y colaborativas en las que no podrían creer bajo ningún concepto sin dejar de ser lo que son de inmediato.

Al acabar la Guerra Fría, colapsar el comunismo como sistema de gestión de la realidad y respirar aliviadas las superpotencias occidentales, se produjo la génesis de una nueva narrativa maestra (una "metanarrativa", como la llamaba el filósofo Lyotard), la última de todas ellas, surgida del contexto de la revolución de las tecnologías digitales (internet y alrededores), la narrativa definitiva que acabaría con la historia y pondría a todo el planeta en la órbita rentable del capitalismo globalizado. Esta peligrosa narrativa, denunciada por Rushkoff desde las primeras páginas del libro y en los doce capítulos restantes, supone la aceleración de las estrategias más nocivas de ganancia económica y opresión tecnológica y la conversión del mundo real en un mapa virtual (un “metaverso”) del que extraer, mediante la explotación de recursos y de los beneficios extraídos de esos recursos, una riqueza ilimitada puesta a disposición de una minoría.

Lo irónico es que esta élite, ligada a grandes corporaciones tecnológicas y financieras y amparada por los gobiernos internacionales, al hacer inhabitable el planeta y transformar a los demás seres humanos en parias terrestres, padecería el terror supremo a la venganza catastrófica de la naturaleza y de sus semejantes, por lo que su mayor preocupación sería la de huir a toda velocidad de sus propias fechorías, o bien refugiándose en búnkeres de lujo, o bien poniendo rumbo a otros planetas en busca de una nueva oportunidad de negocio. Esta historia suena a película biempensante y a ficción globalista para consumo de las jóvenes generaciones en plataformas digitales, pero Rushkoff la analiza tomándosela en serio, pese a los componentes de burda paranoia ideológica que la adornan, con una agudeza y una honestidad dignas de admiración.

Más allá de las fabulaciones cibernéticas de la clase privilegiada de los milmillonarios y la fantasía consoladora de la clase desfavorecida de los mileuristas, Rushkoff tiene el valor de proponer en el último capítulo algunas soluciones bienintencionadas que pretenderían frenar el proceso de devastación mundial en curso y que se podrían condensar en un ideal contracultural tan vago como este: “progresar de una forma más gradual hacia la coherencia colectiva”.

Acabáramos. 

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