jueves, 9 de octubre de 2014

EL PARQUE TEMÁTICO NEOLIBERAL


[Geoge Saunders, Pastoralia, Ediciones Alfabia, trad.: Ben Clark, 2014, págs. 244]

Empezaré por algunas interrogaciones con objeto de poner al lector en antecedentes. ¿Puede la “realidad” del mundo haberse transformado, para fomentar la explotación laboral, aumentar los beneficios y mantener a la población distraída y controlada, en un conglomerado de parques temáticos más o menos recreativos y un montón de entretenimientos tecnológicos? ¿Es América un parque temático capitalista cuya circunferencia se encuentra en todas partes y su centro en ninguna? ¿Es la metáfora del parque temático la forma lógica de representar el proceso de la globalización? ¿Puede un libro de relatos abordar esta complicada cuestión y construirse a la vez como réplica de un parque temático de baja tecnología?
Demasiadas preguntas, quizá, a las que este libro magistral trata de responder demostrando que sus precursores (Kafka y Borges) todavía no habían visto nada, o su cultura y conocimiento del mundo los mantenían en un nivel de “ingenuidad” demasiado elevado para los patrones de lucidez e ingenio que hoy se deberían exigir a cualquier escritor. Para Junot Díaz la literatura de Saunders permite entrar en contacto directo con “los absurdos y deshumanizados parámetros de nuestra cultura actual capitalista” y, al mismo tiempo, con una mirada compasiva hacia las aberraciones morales o mentales padecidas por los humanos en una América (presente o futura) dominada por el cálculo, la simulación y la supervivencia.
El nuevo realismo narrativo de George Saunders, uno de los pocos autores de relatos que aún merece la pena leer, pasa por el reconocimiento del simulacro y la simulación como instancias determinantes sobre lo que antes, por pereza mental, solíamos llamar “realidad”. Saunders es un maestro de la narración gótica actualizada y la “realidad” que acierta a describir, entre grotesca y fantasmal, está casi siempre mediatizada por una voz narrativa subjetiva que obliga al lector a aceptar, no sin inmutarse, toda clase de incongruencias y aberraciones.


Así lo demuestran las tres mejores piezas de este volumen, no por casualidad las más extensas. En Pastoralia, la nouvelle que da título al conjunto, el lector aprenderá a contemplar la historia humana, transformada en un parque temático de atracciones estrafalarias, desde el punto de vista del narrador que representa a un cavernícola para llegar a la conclusión de que, desde la era paleolítica hasta los androides del neoliberalismo contemporáneo, hay un viaje mental apenas significativo. Si quiere actualizar la información con una aguda mirada al modelo de vida White trash (“basura blanca”) que lea el hilarante y carnavalesco relato “Roblemar” sobre los dilemas familiares y económicos de un estríper masculino y el cadáver en descomposición de su tía resucitada. Y si quiere rematar la visita con una narración más íntima y penetrante en torno a los deseos de normalidad social y los deseos libidinales sin más, no puede perderse “La infelicidad del peluquero”.
Es una excelente idea, por tanto, reeditar esta espléndida colección de ficciones en este momento, cuando ya todo el mundo, sin excepción, conoce las delicias vitales y laborales del régimen neoliberal.  Y es aún más acertado hacerlo ahora en una nueva traducción de Ben Clark que refresque el texto, afine la dicción y la acomode a las fórmulas lingüísticas del presente. Han cambiado tanto las cosas y las expectativas del lector español en esta década y la literatura se ha expandido tanto para procesar esos cambios con nuevos recursos y técnicas que, a día de hoy, resulta imposible no considerar a Saunders como uno de nuestros precursores más sobresalientes y creativos y a sus libros como un repertorio de lecciones insuperables sobre el arte narrativo. 

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