lunes, 28 de junio de 2010

RÜCKGRAT VON WIRKLICHKEIT (Episodio 2)

Este relato apócrifo de Thomas Pynchon es producto de una conspiración de amigos y admiradores para imponer la "marca Pynchon" en un ecosistema literario saturado por otras marcas extranjeras menos excitantes o más trilladas. Por otra parte, no tengo nada personal en contra de estas marcas (cuyos nombres no desvelaré, entre otras razones porque son obvios, basta con ojear catálogos o frecuentar librerías para descubrirlos sin esfuerzo), pero sí me molesta, en cambio, su sobrevaloración por una multitud de lectores perezosos y desinformados.

Como denunciaba Andrés Ibáñez hace ya unos años, con motivo de la publicación de Against the Day en Estados Unidos, el diagnóstico de todo lo que pasa a nuestro alrededor en este terreno no admite discusión: “La precaria situación de Thomas Pynchon en España es síntoma de un fenómeno, desde mi punto de vista, altamente preocupante. El hecho de que las fuerzas vivas de la cultura no han comprendido la posmodernidad, no la han aceptado, le han negado el pan y la sal, no han sabido verla, no han querido verla. Lo más trágico es que la etapa posmoderna ha terminado ya. Toda una etapa cultural se ha desarrollado ante nuestros ojos, ha crecido, ha brillado, ha desplegado y plegado sus alas, se ha perdido en el horizonte, y nuestro establishment cultural de profesores universitarios, historiadores de la literatura, críticos, directores de revistas y suplementos, se han obstinado en considerarla un fenómeno insignificante, una especie de juego “frívolo” y “metaliterario”, una etapa “autocomplaciente” y “hedonista”, una literatura “reaccionaria” cuando no espuria o “falsa” o “de segunda clase”. Es una tragedia. Es normal que las nuevas tendencias, que van a contracorriente o que cuestionan la poética dominante, se encuentren con incomprensión y con resistencia. Es normal, y es incluso saludable. Pero, repito de nuevo, Thomas Pynchon nació en 1937 y su primera novela es de 1963. Una resistencia tan larga y tan contumaz ya no es saludable en absoluto, sino más bien agotadora y desesperante. La situación actual de la literatura en España es la de una cultura oficial que va con cincuenta años de atraso con respecto a la realidad de la creación” (“Against the Day”, ABCD, 18 de noviembre de 2006).

Los miembros de la Hermandad del Tristero (o del W.A.S.T.E., como algunos prefieren denominarse en alusión al sistema postal alternativo ideado por Pynchon en su novela La subasta del lote 49) son, por riguroso orden de llegada a la meta de mi correo electrónico: Ricardo Menéndez Salmón, Jesús Andrés, Antonio Orejudo, Agustín Fernández Mallo, Carmen Velasco, José Eduardo Tornay, Eloy Fernández Porta, Vicente Luis Mora, Alberto Santamaría, Ángel Cerviño, José Luis Amores, Pablo Muñoz/Alvy Singer, Mercedes Cebrián, Germán Sierra, Javier Moreno, María Teresa Lezcano, Francisco Javier Torres, Álex Franco, François Monti, Román Piña, Antonio J. Rodríguez/Ibrahim Berlin, Jesús Jiménez Domínguez, Óscar Gual, Robert Juan-Cantavella y Juan Francisco Ferré.

La traducción de RÜCKGRAT VON WIRKLICHKEIT sería EL ESPINAZO DE LA REALIDAD, y procede también, como todos los demás textos, de la ingente obra de Pynchon, en este caso de Against the Day (The Penguin Press, p. 604, 2006; Contraluz, Tusquets, p. 754, 2010, donde “spine of reality”, su versión inglesa, es traducida como “columna de realidad”; “espinazo” me parece una acepción, no sé por qué, léxicamente más pynchoniana y por eso la prefiero en mi traducción del complejo concepto, asociado a ciertos problemas matemáticos y a ecuaciones incompletas (con factores y vectores algo “patafísicos”) sobre una hipotética ontología numérica de la realidad).

El título Contraluz, a pesar de la magnífica traducción de Vicente Campos, imita el de la traducción francesa de Claro, muy anterior, y no termina de convencerme, con toda su referencia fotográfica a una luz que no ilumina sino que ciega; de hecho, el propio traductor se contradice y titula “Contra el día”, como en el original americano, la decisiva cuarta parte de la novela, de donde toma el título.

De todos modos, aunque incluya una referencia apocalíptica (según Tom LeClair se trataría de una alusión al Día del Juicio Final contenida verbatim en la Segunda Epístola de Pedro), Pynchon despeja cualquier duda sobre el sentido del título elegido para su meganovela cuando, describiendo los efectos de la cegadora irradiación del Evento de Tunguska, dice: “As nights went on and nothing happened and the phenomenon slowly faded to the accustomed deeper violets again, most had difficulty remembering the earlier rise of heart, the sense of overture and possibility, and went back once again to seeking only orgasm, hallucination, stupor, sleep, TO FETCH THEM THROUGH THE NIGHT AND PREPARE THEM AGAINST THE DAY” (The Penguin Press, p. 805). En este ensalmo virgiliano que subrayo con mayúsculas a causa de su importancia (“para conducirlos a través de la noche y prepararlos contra el día”, esta sería mi versión, más literal quizá, mientras Campos prefiere esta otra: “para que los ayudaran a pasar la noche y a prepararse contra el día”, Tusquets, p. 997) se cifra el sentido global de este gigantesco libro que, a su vez, cifra en su fabulosa recreación del Tiempo y la Historia, esa “patología del Tiempo”, el designio final de la obra de Pynchon.

Quizá el mundo de las novelas de Pynchon no sea una traducción fiel sino una parodia sarcástica del mundo conocido de las estadísticas y las mayorías, los diarios y las cronologías convencionales, pero (como declara la solapa de Against the Day, atribuida también a Pynchon) “con uno o dos ajustes menores, es lo que el mundo podría ser”.

AVISO: Este improvisado festival Pynchon proseguirá en unos días con más textos y más exégesis, incluidas algunas colaboraciones especiales que sorprenderán a los visitantes habituales. Advierto que Yashmeen, por desgracia, no se encuentra entre éstos…

9 comentarios:

  1. A mí tampoco me gusta el titulo de la traducción. No sé si Campos imita a Claro, el traductor francés, pero sí sé que este tenía otro título para la VF de la novela. Es el propio Pynchon que se opuso a su opción (“Face au jour”) y exigió como título “Contre-jour”.
    Dicho esto, gran proyecto, me gustó mucho contribuir.

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  2. Me parece estupendo. Me estás poniendo en contacto con un escritor al que sólo conocía de óídas.
    Aprovecho para decirte que disfruté mucho con Providence y que sigo encantado tu vuelta al mundo.

    Un saludo!

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  3. A esperar entonces, que continúe este festival.
    La situación de Pynchon en Argentina es todavía más preocupante. Mas allá de las demoras en la traducción que todos sufrimos, aquí siempre hay que sumarle unos meses a la distribución de los libros (estamos esperando que Tusquets se decida a traer Contraluz).
    Pero no todo está perdido, por estas tierras también existe un brazo de W.A.S.T.E. que actúa en silencio...

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  4. El resultado supera las expectativas, un inquietante texto poético. Sólo falta acompañarlo con las instrucciones de uso: permute las piezas si desea obtener nuevos significados.

    Un saludo. Lo he enlazado ami blog:
    http://turbulencias2.blogspot.com/

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  5. François: seguro que la razón que das es la que se impuso en el título de la traducción española, pero "Contra el día" no queda tan mal, si vale para un capítulo también vale para un libro ¿no? Gracias a ti por participar en él...

    José: me alegro, ése es el objetivo del proyecto, operar un milagro, el ingreso del mundo de Pynchon en este mundo español tan adverso a sus postulados ficcionales...

    Ángel eléctrico: no conocía la situación en Argentina y en otros paises hispanos, por eso la encuesta la restringí a España. Pondré otra sobre el caso para que votéis vosotros. Me alegra saber que la fraternidad del Waste tiene ramificaciones argentinas...

    Ángel Cerviño: gracias a ti por participar y enlazarlo. No estoy tan seguro de que, jugando con las matemáticas de nuevo, este extraño poema no esté afectado por la propiedad conmutativa y el (des)orden de los factores altere en algo el producto. El azar es así de complejo. Probémoslo, ya me dirás...

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  6. Genial.
    Enganchado.
    Espero nuevos capítulos.

    Gracias por invitarme a participar.

    Un abrazo a todos

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  7. A lo mejor “Contra el día” era el titulo que el traductor querría dar a la novela pero Pynchon / su editor / su esposa agente impusieron otro y Campos decidió mantener el título del capítulo. De no ser así, es una decisión que resulta extraña…

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  8. Hacia mucho que no dehaba nada escrito aquí.

    Mal, mal que en el test de la derecha de la pantalla me hagas elegir entre Pynchon y Delillo. Yo los descubrí casi a la vez. Despues de "el arcoiris" leí en quimera que "Ruido de fondo" era lo que hubieran esperado los segudores de TP en vez de "Vineland".

    No sé porque pero ahora si pienso en ellos dos me acuerdo de "los nombres" más que de otra cosa.

    Y en cuanto a la razón por la que no se lee a TP, no lo sé, Sé que algún buen lector que conozco le parece difícil, otros no aprecian más la inteligencia que los sentimientos (digamos que le ven cerebral, igual que a Borges).

    ¿Y yo? a mi me paerece divertidísimo, igual que me lo parecen las matemáticas, "Expediente X" o jugar con mi hija. ¿A que lo que he dicho es como no decir nada?

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