Los imbéciles siguen denunciando este blog por razones inexplicables. (¿Tanto me odian? ¿Tan peligroso y ofensivo resulto para según qué intereses, prejuicios o creencias?) Y Blogger, mi anfitriona cibernética, sigue, desde California, estrujándose en vano el cerebro artificial en busca de los motivos, espurios, las razones, disparatadas, arbitrarias, de tales denuncias, de tales demandas de cierre hechas o por cretinos o por tarados o por una perversa combinación de ambos tipos de energúmenos patológicos. Mientras tanto, mi vida sigue con la misma alegría y desparpajo, o quizá más, y confieso que me lo he pasado muy bien en el Festival Eñe, un acontecimiento literario sencillamente maravilloso, en compañía de estupendos amigos, viejos y nuevos. Fui allí para hablar de mi teleserie favorita, Mad Men, y practicar de paso las artes de la ventriloquía o el exorcismo para extraer del alma de Don Draper, su carismático protagonista, una confesión en toda regla que supusiera también, al final, un juicio irónico a la publicidad y el capitalismo. (Un beso grande para mi querida Gabriela Wiener, cronista excepcional del evento en su blog.) Y me entero al acabar, con tristeza infinita, de la muerte de Luis García Berlanga, autor de un puñado de películas que le dan al cine español una altura y una dignidad artísticas que no siempre alcanza. Sólo (sic) por El verdugo y Tamaño natural ya se encuentra para mí entre los grandes. Recuerdo con placer la única vez que hablamos. Fue por teléfono. Una larga conversación. A comienzos de 2004. Le había enviado mi I love you Sade, por recomendación de Luis Alberto de Cuenca, que era fan del libro. Y le había encantado la historia novelesca del arquitecto visionario sueco Erik Svenson y su mansión para jovencitas descarriadas y su afrodisíaca colección de obras de arte y demás curiosidades sexuales. A tal punto había gustado mi caprichoso artificio narrativo al gran erotómano Berlanga, según me dijo, que se habría planteado, de ser más joven, la posibilidad de adaptarlo al cine. Me pareció alucinante. Me ofreció también, por considerarme la persona idónea para semejante tarea, ayudarle a clasificar su impresionante colección de objetos y obras eróticas. Me honró la propuesta, sin duda, pero por diversas razones no acerté a dar el paso definitivo para aceptarla y Berlanga acabó cediéndola, unos años después, a alguna institución matritense de cuyo nombre no puedo acordarme. Como al final de En busca del arca perdida, imagino ahora esa inclasificable colección de fetiches y exvotos íntimos engendrando polvo y más polvo (no precisamente enamorado) en algún sórdido sótano sólo (sic) apto para funcionarios del espíritu y perdiendo el lustre, la vitalidad y frescura, esa pátina pasional o pulsional que el uso reiterado del maestro les había proporcionado con los años. La otra vida, con Berlanga, ya no será igual de aburrida. Qué suerte tienen a veces los muertos…
¿Denunciando este blog? Hay más imbéciles de lo que yo creía y eso que soy muy escéptico respecto a la condición humana.
ResponderEliminarBerlanga,sí,uno de los grandes.Las tres B de lo mejorcito del cine español:Buñuel,Barden y Berlanga.
Un cordial saludo.
Da gusto ver la fuerza que tienen el anonimato y la cobardía, el lanzar la piedra y esconder la mano.
ResponderEliminar"Mad Men" es una de las pocas series que su cuarta temporada supera de lejos a la primera. En mi opinión hay un punto clave en el que la serie salta de buena a genial: el viaje de Draper a California en la segunda temporada. A partir de entonces la serie encuentra un ritmo propio, muy distinto de la lentitud un poco mortecina de antes, y temas y tempo se adecúan perfectamente. Un salto cualitativo.
Desde luego, echaremos muchísimo de menos a Berlanga. Y usted merecería más de una colleja por desaprovechar la ocasión de clasificar tal colección...
Hola.
ResponderEliminarEn cuanto a los imbéciles de que hablas, creo que no son más que una nueva prueba de lo mal que va este país (por ceñirnos sólo a él) y de la pinta que tiene de ir todavía a peor...
En cuanto a Berlanga (¡qué envidia lo que cuentas de tu encuentro telefónico y demás!) tengo una buena colección de sus películas, que vuelvo a (re)ver cada cierto tiempo para congraciarme con el mundo, con el ser humano, para reir, para llorar, para admirar...
Pôr cierto, hace poco estuve en Praga, bellísima ciudad que perteneció durante siglos al imperio austro-húngaro...
Qué cosas.
Un saludo.
¿Denuncias? Es que hay gente que no soporta ver a tanta maciza ilustrando textos eruditos XDDD Yo no soy uno de ellos, desde luego.
ResponderEliminarPerdón por la frivolidad. Bueno, ¡Que diablos! No se puede pedir perdón por eso en un blog posmoderno como este y además en una entrada dedicada al gran Berlanga, el frívolo con cerebro.
Ah, y "Providence" me gustó mucho.
Un saludo de un lector habitualmente silencioso.
Gracias a todos por vuestros comentarios. Es irónico pero no había puesto ninguna foto estimulante hasta que me pareció pertinente, como a Baudrillard, maestro en tantas cosas pero también en esto, ofrecer una imagen gráfica y frívola a más de insinuante de lo que uno pretende hacer entender con las palabras y los conceptos. Sólo los lectores más cómplices de PVD recuerdan que Franco (Álex) tuvo un romance mental con esta modelo curvilínea de nombre Keeley muy a comienzos de su estancia providencial, y le dedicó algunos encendidos comentarios...
ResponderEliminarEn cuanto al anonimato y démas cobardías son pasto corriente en la blogosfera y en otros sitios. Digan lo que digan, lo malo abunda. Si uno no se hiciera famoso insultando o exhibiendo sin pudor las propias limitaciones, odios y resentimientos, sabiendo que colman las expectativas de un público ávido de bajezas, estas cosas no pasarían. Algún día se verá que la blogosfera como la televisión y otros medios fueron inventos maravillosos abaratados por la mediocridad y vulgaridad de una gran parte de sus usuarios a pesar de los esfuerzos de otros por darle otro sentido y otro valor. Pero no quiero pontificar, no es mi papel, eso se lo dejo a otros más dotados...
Un abrazo cuádruple,
JF
No he entendido nada, pero preparo el Old fashioned mejor que Draper. Me lo dijo Betty.
ResponderEliminarHi again:
ResponderEliminarNo se me ocurre por qué querrían cerrar este blog ¿Es en serio? Espero sinceramente que no ocurra( ahora que me he aficionado). EÑE estuvo muy bien. Y a propósito de tu post, anoche ví Calabuch, y esta noche estoy enfrascada en la 3ª temporada de Mad Men.
( Y me gustan las fotos de chicas)
Saludos